08 Enero. 2015

Entrevistamos a Eugenio Barrios, Director del Programa de Agua de WWF en México, y aquí lo que nos contestó...

WWF (del inglés WorldWildlifeFund; en español: “Fondo Mundial para la Naturaleza”) es la mayor organización conservacionista independiente en el mundo, queha jugado un papel fundamental en la evolución del movimiento ambientalista internacional.Su misión es detener la degradación del ambiente natural del planeta y construir un futuro en el que los seres humanos vivan en armonía con la naturaleza.

Actualmente cuenta con unos 5 millones de miembros y una red mundial de 27 organizaciones nacionales, 5 asociadas y 22 oficinas de programas, que trabajan en más de 100 países. La sede internacional está ubicada en Suiza y la dirección para América Latina, en Estados Unidos.

En México WWF trabaja desde 1990 apoyando la ejecución de acciones de conservación en el campo, mientras influye en las políticas ambientales en el ámbito nacional, a través de programas de Agua, Cambio Climático y Energía, así como los que se enfocan en el Desierto Chihuahuense, el Golfo de California, la Mariposa Monarca y más.

Eugenio Barrios, Director del Programa Agua de WWF en México, es Ingeniero Químico por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con Maestría en Ingeniería Ambiental, por la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, Estados Unidos, y cursos de posgrado en Japón, Alemania y Estados Unidos, en manejo recursos hídricos.

Él ha trabajado, para la Comisión Nacional del Agua y el Instituto de Ingeniería de la UNAM en México, y como consultor internacional para el Banco Mundial a través de la Organización Meteorológica Mundial, para la Comisión del Río Mekong en Asia y para el Gobierno de Panamá.

A lo largo de su carrera, ha conformado una sólida experiencia en la coordinación de proyectos de manejo de cuencas y recursos hídricos, en ámbitos nacionales y regionales. Desde 2004, dirige el programa de agua de WWF México, forma parte del equipo global de WWF Internacional, y del Comité de Revisión Técnico-Científico de la Convención de Humedales de Importancia Internacional (Ramsar)

Alianza por el Agua lo entrevistó para nuestro portal, y aquí lo que conversamos:

AxA: WWF se ha destacado por posicionar la agenda ambiental, incluyendo el agua. Sin embargo hay quienes señalan que en el diseño de políticas públicas, no se puede dar tanta prioridad a lo ambiental, sino que hay otros temas que atender, como la pobreza y el crecimiento económico. ¿Cuál es la posición de ustedes en torno a ello?

E.B.:“Lo ambiental, y en particular la conservación de la biodiversidad, no es una actividad antagónica a la atención de la pobreza y el crecimiento económico, por el contrario es una estrategia que fortalece y complementa. En la actualidad no se puede plantear un desarrollo económico sin la conservación de nuestro capital natural. Los ecosistemas nos brindan soluciones que en muchos casos son más eficientes que las inversiones en infraestructura. Por ejemplo, en el río San Pedro Mezquital, donde trabajamos, las crecidas naturales del río que mantienen la zona de Marismas Nacionales mantienen actividades económicas como la agricultura de temporal, pesca y turismo que generan cerca de mil millones de pesos anuales y son el sustento directo de 12,000 familias y la fuente de empleos de 23,000 personas, en números redondos. Estos números son superiores al empleo generado por muchas grandes empresas. Como este hay muchos ejemplos que muestran claramente que el ambiente es parte de la solución y no del problema”.

AxA: En el rubro de agua indudablemente el modelo económico ha demostrado la falta de sustentabilidad, puesto que se ha documentado que más del 80% de nuestros ríos en México están contaminados, y 101 acuíferos están sobre explotados. ¿Cómo transitar hacia un modelo en el que los impactos en el medio ambiente y en el agua sean mínimos o nulos?

E.B.:“En este ámbito, nuestra propuesta es establecer límites sustentables en la extracción del agua. Esta sobrexplotación que padecemos y en buena medida la contaminación de nuestros ríos es causada porque la gestión del recurso ha tomado como criterio el reparto del 100% del promedio de lo que escurre en una cuenca. Al tratarse de un promedio, habrá años que alcance para todos, pero en 3 de cada 5 años no. Si a esto sumamos las extracciones ilegales y la sobrestimación por deficiencias en las mediciones, tenemos un escenario de gestión permanente de la escasez. Esto representa que los acuíferos se sobreexploten, los ríos se sequen y solo conduzcan aguas negras, es decir que se conviertan en drenajes, y que el poco tratamiento que existe en el país, no represente una mejora de las condiciones. Necesitamos cambiar de un modelo de gestión de la escasez a uno de la gestión del ahorro, una gestión de nuestras reservas de agua, ya que el agua que ahorremos hoy es el agua del mañana”.

AxA: Ahora que está tan en boga el tema de las ciudades sustentables, el crecimiento verde, ¿qué papel tiene el agua en todo ello? ¿Cómo planear una ciudad tomando en cuenta la sustentabilidad del agua?

E.B.: “Las ciudades son los grandes centros de consumo, no solo de México, sino del mundo. Se espera que para el 2030 el 80% de los mexicanos vivan en ciudades. De aquí que sea indispensable transformar a las ciudades en motores de sustentabilidad. Sólo hablando del agua, en promedio para que una persona en una ciudad de México consuma un litro de agua hay que extraer dos de la naturaleza. Existe una gran ineficiencia y pérdida de agua en las redes de distribución. A nuestro parecer existen elementos que deben guiar el proceso de transformación de las ciudades hacia la sustentabilidad hídrica: 1) eficiencia en toda la cadena de suministro, desde la extracción, hasta el reuso de agua tratada; 2) equidad en el acceso al agua, no se puede hablar de sustentabilidad si existen zonas urbanas en la misma ciudad con dotaciones de 30 litros por persona al día, y otras con 500 litros por persona al día; 3) planeación del crecimiento con base en la disponibilidad de agua y no como suele suceder, que primero se establece un asentamiento y luego se le tiene que llevar agua de donde sea; 4) transparencia en la administración del servicio; como sociedad necesitamos saber cuánto se recauda, cuánto se invierte, que calidad de agua recibimos, cuál es el estado de nuestra fuente de abastecimiento, etc., y 5) adaptación a la variabilidad climática; es indispensable que nuestras ciudades estén preparadas para enfrentar fenómenos extremos, tanto grandes lluvias cómo sequías”.

AxA: Sin embargo, la gestión del agua en México no puede sustraerse del sistema político mexicano. ¿Qué elementos en común deberían tomar en cuenta los actores políticos para no limitar la sustentabilidad del recurso?

E.B.: “Finalmente, la gestión del agua es un asunto de ciudadanía. En todo el mundo es reconocido que el problema del agua es un problema primordialmente de gestión, de cómo nos organizamos para gozar de un bien común. Esto requiere de transparencia, rendición de cuentas, participación, es decir de una buena gobernanza. De aquí las implicaciones políticas de la buena o mala gestión del agua; y que cabe aclarar no tienen por qué confundirse con cuestiones partidistas”.

AxA: La iniciativa de Reservas de Agua en México ha recibido el reconocimiento internacional como lo fue en la Cumbre de Rio+20. ¿En qué consiste? y ¿qué avances ha habido en los últimos dos años en torno a ello?

E.B.: “La iniciativa consiste en determinar dónde está el agua que todavía no se ha repartido en el país, entender y demostrar su importancia ecológica y social y proceder a crear una reserva de agua para el ambiente, que en términos de la Ley de Aguas Nacionales representa un volumen de agua que no puede ser asignado a nadie, y que debe de mantenerse en el ambiente para conservar la biodiversidad y generar una serie de beneficios para todo. Estas reservas de agua garantizan que el agua escurra por nuestros ríos hasta el mar, manteniendo la humedad en suelos, recargando acuíferos, limpiando cauces, evitando que las personas invadan las zonas federales, llevando sedimentos y nutrientes al nuestras costas, manteniendo ecosistemas, cómo el manglar, generando pesca y alimentación, y creando una capacidad natural de amortiguar los impactos del cambio climático. La meta para esta administración es establecer 189 reservas de agua para el ambiente. A la fecha se han establecido 11 y se tienen listas alrededor de 30 para los próximos meses. En este proceso participamos nosotros directamente, grupos académicos y organizaciones de la sociedad civil.

Esta iniciativa, por sus alcances y beneficios, está siendo un ejemplo en el mundo. Se reconoció en la Cumbre de Rio+20, y recientemente ha sido reconocida por la Convención de los humedales de importancia internacional (Ramsar) como una iniciativa a ser presentada en la próxima reunión de las partes este 2015 en Uruguay, que muestra que la gestión del agua para el ambiente es una gestión que ofrece seguridad hídrica a la sociedad”.

AxA: ¿Cuál es tu opinión con respecto a iniciativas que surgen desde lo legislativo como lo es Alianza por el Agua, con el ánimo de generar un espacio para la participación ciudadana y construir una agenda que incida en el arco legal del agua en México?

E.B.: “Retomando lo expresado anteriormente, cualquier iniciativa que fortalezca a la ciudadanía será de gran utilidad. Para ello es indispensable que estas iniciativas sean legítimas y se ganen un lugar entre la sociedad con méritos propios”.

AxA: Tenemos en puerta una posible nueva Ley General de Aguas, y se habla incluso de una reforma del agua. ¿Cuáles consideras que son los componentes imprescindibles que esta ley debe contemplar, y que no son negociables dada la situación actual del agua en nuestro país?

E.B.: “Lo imprescindible en esta nueva Ley se refiere a garantizar el marco jurídico para que como sociedad no volvamos a caer en ineficiencias, inequidad y sobrexplotación, bajo el marco de referencia del derecho humano al agua y a un ambiente sano. La nueva Ley nos debe permitir transitar a una gestión transparente, participativa, de ahorro y manejo racional de nuestro capital natural, en este caso el agua como un derecho humano, como parte de la biodiversidad y no como un mero insumo productivo”.

Para conocer más acerca de lo que WWF hace en nuestro país, puedes visitar su página: www.wwf.org.mx

 

 

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