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Mensaje pronunciado por el Ing. Carlos Rojas Gutiérrez, Secretario de Desarrollo Social, durante la Reunión de Trabajo con Asociados de la Cámara Mexicana de la Industria de la ConstrucciónDiciembre 9 de 1997.
De ahí que en 1996 hayamos fortalecido los órganos de consulta para el Desarrollo Urbano, así como las instancias nacionales y estatales sobre vivienda creadas a partir de la suscripción de la Alianza para la Vivienda. Destaca el esfuerzo para identificar y promover proyectos urbanos de alta rentabilidad e impacto social, que puedan realizarse con inversión privada, liberando así recursos públicos que pueden destinarse a obras y programas de más amplio carácter social. Los foros anuales que hemos organizado han generado amplias expectativas para identificar proyectos urbanos que la iniciativa privada pueda financiar. La cartera de proyectos ha aumentado de 28 en el primer Foro a 89 en el del año pasado en la ciudad de Puebla. Esperamos que durante el 4º Foro Nacional de la Participación de la Industria de la Construcción en el Desarrollo Urbano podamos avanzar aún más en la promoción de proyectos que contribuyan al crecimiento ordenado de las ciudades. Hoy ratificamos los compromisos de trabajo y colaboración al suscribir este Convenio de Concertación, para fortalecer los programas del Instituto de Capacitación de la Industria de la Construcción, habida cuenta que el desarrollo de las capacidades humanas, por la vía de la formación profesional o la capacitación laboral constituye un medio privilegiado para aumentar la productividad y, consecuentemente, el ingreso de los trabajadores y sus familias. Permítanme aprovechar la posibilidad que me brindan de dialogar con las representaciones de la Cámara en todo el país para compartir con ustedes algunas reflexiones en torno a la importancia de esta actividad en el contexto amplio del desarrollo nacional. Uno de los sectores más afectados por la crisis financiera de finales de 1994, fue la industria de la construcción. Ya en 1995, el sector tuvo una caída de 23.5% en tanto que el crecimiento de la economía nacional se redujo 6.2%. La industria de la Construcción contrajo el 3.7% su participación en el PIB, en relación con el 4.6% en 1994, y redujo en casi 40% su personal ocupado. A partir de 1996, se inició un proceso gradual de recuperación
que, para la industria de la construcción, ha significado un crecimiento de 11.4%, en
tanto que el PIB nacional creció en 5.1%. Para 1997 se prevé un crecimiento del PIB
nacional entre 6.5% y 7%, en tanto que el de la industria de la construcción estará
alrededor del 11%. POLÍTICA PRESUPUESTAL PARA 1998 De ahí que debamos hacer un esfuerzo para traducir los trabajos realizados en los últimos tres años e impulsar, durante 1998, una nueva etapa de crecimiento económico sostenido y con estabilidad. En las Iniciativas de Presupuesto de Egresos y de Ley de Ingresos presentadas por el Presidente de la República al Congreso de la Unión, se propone dos objetivos centrales: í Primero: mejorar el nivel de vida de los mexicanos mediante la
ampliación de oportunidades de educación, salud y seguridad social, vivienda y servicios
básicos, y garantizando la satisfacción de las necesidades fundamentales de la
población en extrema pobreza y El Proyecto del Presupuesto de Egresos para 1998 propone un gasto programable de 613,000 millones de pesos, un 5 por ciento más en términos reales que en 1997. En particular hace énfasis en el gasto social y en la inversión en infraestructura. Por lo que toca a esta inversión, la de infraestructura, el
gobierno federal destinará 125,228 millones de pesos de recursos fiscales considerados en
el Presupuesto.
En lo que corresponde a los programas que son competencia de la Secretaría de Desarrollo Social, destaca lo siguiente: VIVIENDA Como ya se dijo la industria de la construcción fue uno de los sectores más afectados por la crisis financiera. Dentro de este ramo, la construcción de vivienda enfrentó serios problemas. Por un lado, el alza en las tasas de interés acrecentó la cartera vencida en materia de hipotecas, por otro, se presentó una retracción en la demanda de vivienda, vinculada con la insuficiencia de ingresos y la suspensión de los programas crediticios de la banca comercial y, al mismo tiempo, los proyectos de vivienda que estaban en proceso tuvieron dificultades para su conclusión y colocación en el mercado. Además, reconocemos que en este sector todavía traemos el efecto de problemas estructurales a los que es necesario hacerles frente. Por estas razones, en el marco de la Alianza para la Vivienda, se
tomaron un conjunto de decisiones para hacer frente a la emergencia y, al mismo tiempo,
continuar el proceso de cambio y fortalecimiento de los organismos financieros de
vivienda.
1/ Cifras al quinto bimestre de 1997 Para 1998 se destinarán 4,679 millones de pesos, por conducto de FOVI, FOVISSTE, FONHAPO y SEDESOL, además de recursos propios de INFONAVIT con lo que se estima construir 321 mil nuevas viviendas. Se espera también que el mejoramiento de las condiciones económicas generales contribuirá a reactivar el crédito de la banca comercial. Cabe destacar aquí, que por primera vez desde hace ya muchos años, la Secretaría de Desarrollo Social encabezará un proyecto de construcción de vivienda nueva para ciudadanas y ciudadanos que ganen menos de dos salarios mínimos. Se trata de construir por le menos 30 mil vivienda y para ello requeriremos el concurso, sin duda de esta Cámara y de los empresarios de la vivienda. De lo que se trata es de dar un subsidio transparente, directo a estas familias y romper este círculo vicioso crédito, financiamiento, hipotecas y poder atender a este sector de la población tan importante y que no ha tenido la respuesta que se merece. Nosotros esperamos contar con el concurso de esta Cámara como lo hemos hecho ya en otras ocasiones y poder avanzar decididamente en este proyecto que puede ser un detonador que rompa los viejos esquemas de financiamiento y de crédito para vivienda y permita trasladar recursos líquidos, fiscales de todos los mexicanos a las familias de menores ingresos.
En 1993 la Secretaría de Desarrollo Social instrumentó el Programa 100 Ciudades cuyo objetivo es equilibrar la migración del campo a las metrópolis, elevar el nivel de vida de la población e incrementar los mecanismos de urbanización de las ciudades medias del país. A través de este programa, no sólo se regula el uso del suelo, sino que se apoya el desarrollo del transporte y de la vialidad, se analiza el tratamiento de aguas residuales, desechos sólidos y se impulsa la renovación urbana de los centros históricos de las ciudades. Para 1998 el Presupuesto considera una inversión de más de 600 millones de pesos para infraestructura y equipamiento urbano y de más de 100 millones de pesos para el Programa de Recolección y Disposición de Basura en Areas Urbanas. Se estima que con la participación de los gobiernos de los estados y los municipios, esta inversión podría sumar cerca de 2 mil millones de pesos. Además, en el marco de este mismo programa de 100 Ciudades se seguirá avanzando en la constitución de reservas territoriales para poder modular adecuadamente el crecimiento de las ciudades y también seguiremos insistiendo en las reformas a las leyes de asentamientos humanos de las entidades y la disminución de los costos indirectos asociados a la construcción de la vivienda. SUPERACIÓN DE LA POBREZA En el esfuerzo para combatir la pobreza extrema se prevé un
presupuesto de 38,100 millones de pesos, que significan un 25 por ciento de crecimiento en
términos reales. En efecto, la construcción de infraestructura social municipal recibirá, de aprobarse el Presupuesto de Egresos, una inversión de 12,506 millones de pesos. Se trata de recursos canalizados directamente a la inversión física en servicios, agua, drenaje, caminos y telefonía rural.
Lo fundamental en el caso del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social Municipal estriba en que se trata de recursos de inversión que serán directamente ejercidos por los ayuntamientos en obras de agua potable, drenaje, pavimentación y mejoramiento urbano, electrificación, mejoramiento de infraestructura y de salud, entre los más relevantes. De ahí que sea importante que los constructores de todo el país fortalezcan sus servicios en los municipios y enriquezcan con su experiencia y apoyo el esfuerzo descentralizador del gobierno federal. SEÑORAS Y SEÑORES: Esta es una oportunidad propicia para apelar al compromiso social que siempre han mostrado los ingenieros y los arquitectos mexicanos, para sumar esfuerzos con la sociedad y con los tres órdenes de gobierno. Se trata de unir esfuerzos para propiciar el ordenamiento territorial de las actividades económicas y de la población conforme a las potencialidades de las ciudades y las regiones; de abatir los rezagos en la infraestructura social, especialmente en aquellos casos que resultan determinantes para la gente que más lo necesita. La aportación de los integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en términos de organización, conocimientos, recursos humanos y capital, será fundamental. Por ello, quiero convocar a todas las delegaciones de la Cámara para participar más intensamente en los Consejos Consultivos de Desarrollo Urbano Municipales y Estatales, en los Comités de Planeación para el Desarrollo de los Estados y los Comités de Planeación para el Desarrollo de los Municipios, así como en las reuniones de la Alianza para la Vivienda. Estamos convencidos de que sólo mediante el esfuerzo conjunto de los sectores público, social y privado, será posible alcanzar acuerdos que nos permitan acceder a mayores niveles de bienestar. En la medida en que seamos capaces de establecer acuerdos como el que hoy formalizamos, lograremos impulsar un desarrollo sostenido, sustentable y ordenado que repercuta de manera directa en el nivel de vida de los mexicanos. Quiero concluir mi intervención agradeciendo a los directivos de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, y a un número muy importante de empresarios que están agremiados en esta Cámara, por su apoyo y solidaridad que nos brindaron a todos con motivo de los daños que causó el Huracán Paulina. Su ayuda coadyuvó a resolver los problemas muy urgentes, muy graves de miles de mexicanos que vieron afectado su patrimonio, sus recursos, su infraestructura, sin su ayuda no hubiera sido posible lograrlo. Muchas gracias. |
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