[mnsectores/agua/plantillas/dot.htm]

Palabras del Director General del Infonavit, Lic. Luis de Pablo durante la Reuni�n que sostuvo con representantes de la C�mara Mexicana de la Industria de la Construcci�n

Ciudad de M�xico, Junio 26 de 1998.

Lic. Luis de Pablo Serna, Director General del INFONAVIT, Se�or Ingeniero Ricardo Platt, se�or ingeniero Jos� Mercado, amigos de la C�mara Mexicana de la Industria de la Construcci�n, les agradezco muy sinceramente la oportunidad de estar con ustedes, de poder platicar, de mis primeras impresiones del INFONAVIT.

Les agradezco tambi�n muy sinceramente, la ventaja de poder saludar a sus Delegados en el interior del pa�s y de manifestarles a los Delegados del INFONAVIT el respaldo de la administraci�n a su trabajo.

El deseo de que act�en para destrabar las limitaciones que la oferta de vivienda ha venido representando y la mejor intenci�n de buscar que al responsabilizarse de su tarea tengamos mejores resultados, prefiero entender que esta invitaci�n es la primera en este mi nuevo car�cter en el INFONAVIT, pero ni con mucho la �ltima.

Quisiera adelantarles as� lo he platicado con el se�or Presidente, del prop�sito de que el Instituto los invite a ustedes, de que podamos juzgar de manera permanente, regular y peri�dicamente el establecer un foro que permita trabajar de manera conjunta.

Mi coincidencia con los criterios manifestados por Ricardo en su muy claro discurso, es completa, hay una coincidencia en el fondo y en la forma, se trata adicionalmente de un destacado consejero del Instituto y hemos venido a recibir su consejo, los representa a los dem�s y en esa medida mi intervenci�n tiene sentido y valor s�lo en la proporci�n que pueda atender los distintos criterios que tengan a bien manifestar.

Los seis puntos que destac� habremos de tomarlos como una referencia que requiere si bien un estudio cuidados, no requiere tambi�n un estudio lento, es mucho m�s importante que podamos actuar con celeridad a�n cuando sea preciso que sobre la marcha podamos ir corrigiendo las acciones que se tomen para mejorar sus efectos.

Amigos constructores, los recursos del INFONAVIT no son presupuestales y la limitaci�n tan ser�a que la condici�n econ�mica nacional derivada tanto de fen�menos externos cono del interior impone a la evoluci�n en la industria de la construcci�n, no habr� de afectar a la construcci�n de vivienda.

Los recursos del Instituto son recursos de los trabajadores y tenemos un problema diametralmente opuesto, tenemos un exceso de liquidez, tenemos en la caja fuerte simb�licamente hablando, casi 60 mil casas guardadas y quisi�ramos con la ayuda de ustedes poderlas construir, individualizar y lograr que los derechohabientes puedan disfrutarlas.

Voy a referirme a las dificultades que a la fecha condicionan la velocidad con la que habremos de actuar.

EL INFONAVIT experimenta una manifiesta debilidad innegable, se manifiesta a mi entender en cuatro vertientes principales: en primer lugar, tenemos una mala imagen, no hemos podido corresponder como debi�ramos a los derechohabientes, a los se�ores consejeros del Instituto, a los trabajadores, a los empresarios, a los constructores a los viviend�logos.

No hemos podido corresponder tampoco a lo que las autoridades de nuestro gobierno hab�an fijado y de manera mucho m�s significativa, no hemos podido atender como debi�ramos los objetivos que nos se�ala nuestra propia normatividad.

En buena medida para nuestra fortuna, estoy hablando de imagen no de fondo y en consecuencia hemos podido ir revirtiendo esa situaci�n al obtener de quienes quieren al Instituto un criterio m�s sano y m�s positivo que ayuda a modificar esa impresi�n negativa que amenaz� condicionar la posibilidad de que el Instituto atiende a quien debe atender.

En segundo lugar, la organizaci�n interna del INFONAVIT ha cambiado con seguridad menos que la realidad del pa�s, el organigrama, la forma como estamos funcionando, no permite atender con velocidad y con la debida atingencia los nuevos problemas que se derivan del cambio en la situaci�n global.

En contraste con el Instituto Mexicano del Seguro Social que puede anunciarse con una visi�n del siglo XXI, el INFONAVIT requiere de la ayuda de sus consejeros y de sus amigos para configurar un camino de largo plazo.

El organigrama no es funcional, es falso en la medida en que no permite atender las funciones que se derivan atendiendo tambi�n a la responsabilidad de los que ocupan esos cuadros en los que ustedes saben se divide la distribuci�n de las funciones en cualquier organismo.

Pero adicionalmente, est superpuesto para una organizaci�n paralela de asesores que limit� de manera muy dr�stica la posibilidad de responder con fluidez a las peticiones que se nos formularon.

En tercer lugar, debe reconocerse que cobramos mal y cobramos lento, que existe un problema actuarial, contable o financiero que debemos atender, pero que s�lo tiene sentido en la media en que permita proveer m�s y mejores viviendas, no somos un banco, debemos construirnos en una hipotecaria social de excelencia y preocupa mucho menos que tengamos n�meros negros a que construyamos junto con ustedes m�s casas a que asignemos m�s casas a que…

Como la generalizaci�n de nuestro esfuerzo en un �mbito que no puede medirse unilateralmente s�lo atendiendo a criterios de gesti�n bancaria, interesa menos si el n�mero de los trabajadores del INFONAVIT guarda una relaci�n id�nea con el n�mero de cr�ditos en una primera etapa siempre y cuando los cr�ditos tengan un nivel ascendente y satisfactorio para los derechohabientes.

En cuarto lugar, y he procurado describirles estos problemas atendiendo a una nivel creciente en su importancia, el INFOANVIT experimente todav�a una dificultad de car�cter pol�tico, existe, debe reconocerse, un relativo distanciamiento que por fortuna ha empezado a revertirse, con los trabajadores del propio Instituto y a ello damos cara buscando fortalecer y mejorar las condiciones de los trabajadores del INFONAVIT, responsabilizar a sus funcionarios y asegurarles el decidido, el completo respaldo de la Direcci�n General para tambi�n pedirles mejores cuentas.

Vamos es cierto, a vigilar con especial atenci�n la evoluci�n de los gastos administrativos pero no vamos a postergar ninguno que tienda a mejorar la eficiencia del Instituto y a�n antes que la eficiencia, nos preocupa la justicia, y a�n antes que la justicia la consideraci�n y hablando de casas empezamos por la nuestra misma. Por el INFONAVIT.

Vamos hacer un esfuerzo por integrar un equipo s�lido, el mejor del pa�s para que las funciones del Instituto puedan servir tal y como est� establecido por la ley a quienes dependen del Instituto.

En esta tarea hemos empezado por fortuna con el pie derecho porque contamos con el compromiso resuelto, decidido de muchos que quieren al Instituto, quiero ponderar con todo �nfasis la confianza que existe en la administraci�n del INFONAVIT por un trabajo conjunto con la c�mara Mexicana de la Industria de la Construcci�n.

Tenemos confianza en lo que ustedes hagan y lo vamos a manifestar en nuestro quehacer cotidiano, quisiera que se capte que en mi personal forma de entender las cosas hay una mayor dependencia del INFONAVIT a la C�mara que de la C�mara al INFONAVIT.

No podemos otorgar cr�ditos si no se va dando una mejor correspondencia entre la oferta que depende de ustedes y la demanda que de cualquier manera excede con mucho las posibilidades del Instituto y del pa�s.

Hay espacio para todos y buscaremos homologar los criterios para que sea factible que ustedes presenten determinadas caracter�sticas ante cualquier organismo y una vez aceptado, tenga un tr�mite mec�nico, regular, simple, transparente y sobretodo todo claro.

No vamos a actuar con un car�cter policiaco, identificando niveles de detalle que frenen la actividad en conjunto, quisiera referirme en el mismo orden en que lo hizo Pepe a algunas de las cuestiones que las afligen porque nos afligen a nosotros tambi�n y quisiera rogarles que las contemplen en su �ptica primero de manera natural para que tengamos un reflejo de su criterio, su inter�s y su perspectiva a fin de conformar el nuestro.

En casi todas las acciones que podemos adoptar de manera inmediata y quisiera reconocer con ustedes que en muchos casos el Instituto ha reaccionado en lugar de dar cauce a la actividad de ustedes que ha tomado un criterio inmediatista para defender una posici�n en lugar de proponer una pol�tica, se da la idea de que lo que podamos hacer para destrabar esta grave inmovilidad en la construcci�n de vivienda, todo o casi todo lo que podamos hacer en lo inmediato opera en la direcci�n opuesto en lo que debi�ramos hacer en el largo plazo.

Pero esto no debe ser no una excusa ni mucho menos una justificaci�n para no actuar, si aplicamos el art�culo 23 y podemos adelantar un desembolso que facilite el financiamiento de mayores y mejores niveles de construcci�n, abrimos nuevas posibilidades, pero pudi�ramos aumentar el riesgo de un quebranto del que se nos ha acusado.

Quisiera decirles hasta con optimismo, que el INFONAVIT conf�a en que esos fondos se utilicen de la mejor manera y refrendan ustedes la posibilidad de que se camine en ese sentido.

Es pr�cticamente igual el caso de las subastas, si aumentamos el financiamiento reducimos los recursos disponibles para otro tipo de promociones, hab�a que partir de una consideraci�n de conjunto.

Lo que la Constituci�n establece es la obligaci�n patronal de proporcionar vivienda no habla ni de tasa de inter�s ni de topes m�ximos de cr�dito ni de cartera vencida, pero puede reconocerse con tristeza, que con un salario m�nimo en 30 a�os sin superar la cuarta parte de ese salario, no puede adquirirse una casa propia hoy.

Debemos encontrar juntos con imaginaci�n un camino que permita proporcionar casas antes que discutir las caracter�sticas y las condiciones del proceso mec�nico para proporcionar las casas.

Quisiera invitarlos a pensar juntos en distintas opciones que s�lo son novedosas porque no est�n contempladas normativamente, pero que se derivan del sentido com�n.

Por ejemplo, debe o no pensarse en la posibilidad de rentan casas, no s�lo de entregar casas propias fruto de nuestro sentido zapatista de la propiedad, debe reconocerse que la casa rentada es mejor que la no casa, tal vez valga la pena explorar eso.

Pudi�ramos asegurar las casas en otro tipo de ventas a plazos, el primer requisito, el inmediato, es un seguro que garantice la total recuperaci�n en el caso de que existan dificultades en el cobro, por lo que escala de lo que estoy hablando y porque se trata de bienes inmuebles y porque el riesgo anterior es relativamente bajo, el sobreprecio debe ser apenas marginal.

�Vale la pena que se considere?, � debe pensarse en un mecanismo alternativo de cobro?, �conocen ustedes a alg�n abonero que tenga cartera vencida?, �creen ustedes factible que el instituto pudiera poner un responsable en cada conjunto habitacional y que aceptase pagos parciales para ir reduciendo la cartera?.

Todav�a m�s �estar�an ustedes dispuestos a contemplar la posibilidad de cobrar ustedes mismos?, �creen ustedes que por la limitaci�n en la vivienda el primer problema de car�cter social, as� lo ha bautizado el se�or Presidente que a su regreso de Europa antes de venir a la capital de la Rep�blica en funci�n de la desgracia en Acapulco, pudo vivir de manera directa que as� como en salud con una cuadrilla y haciendo un esfuerzo muy intensivo puede eliminarse el riesgo de una epidemia grave, de que en educaci�n tenemos niveles que con dignidad pueden compararse con pa�ses m�s adelantados que el nuestro, en cambio en vivienda hay un faltante grave?

Lo que lleg� a decir en el Z�calo de que dar�a todo su apoyo al INFONAVIT, en esa medida es de pensarse en procesos de vivienda progresiva, se eleva tanto el precio del terreno en lo individual que conviene mejor pensar en viviendas que no sean unifamiliares, cuales con los m�rgenes y que tanto es tantito.

Cu�l es la adecuada combinaci�n entre lo posible y lo viable y en qu� medida esto se combina con el inter�s de los que participamos en ello.

Quiero que sepan que tienen en el Instituto un aliado para buscar, no perder de vista el objetivo central originario del Instituto, m�s y mejor vivienda para los trabajadores con recursos de los trabajadores, no he hablado de buscar ninguna forma de cooperaci�n, cr�dito subsidio que pudiera restarle al propio Instituto la gestor�a sobre que hacer.

He hablado en cambio de establecer mejores puentes de comunicaci�n y con responsabilidad primero con los constructores , luego darle mayor fuerza a nuestro �rgano de decisi�n, entender que la direcci�n del Instituto debe sujetarse a la determinaci�n del Consejo del Instituto, identificar la complementaridad y paralelo de los criterios que ah� se expresan mes a mes, vigilar su cumplimiento, proporcionarles informaci�n oportuna, pertinente y asegurar que puede atenderse lo que nos piden.

Cuando se juzgo que el medio por ciento del valor catastral pudiera convertirse en la renta mensual de las casas de los obreros, se pens� m�s bien en la clase de vivienda que empresas mineras fuera de las ciudades o en algunos casos excepcionales como las industrias textiles en Orizaba y Puebla proporcionaban a sus trabajadores sin otorgarles la propiedad.

Nuestra constituci�n, nuestra manera de ser como estamos constituidos se�ala antes que la de Alemania, un derecho de car�cter social para todos los trabajadores, se estableci� en 1972 un camino para lograrlo, no se contempl� entonces que los precios pudieran aumentar tanto que se hiciera nugatorio el criterio con el que se defini� el quehacer cotidiano del Instituto.

Pero no ha cambiado ese prop�sito, tenemos que encontrar la forma de darle realidad, s�lo que esto no puede ser una justificaci�n para no actuar en lo inmediato. En las pasadas semanas hicimos p�blicas convocatorias que exceden en cerca de 50 veces lo que se hab�a hecho desde principio del a�o.

En efecto tambi�n como se�al� Pepe Mercado, el Instituto ya no va a fijar ni negociar los precios, no podemos remplazar al mercado ni queremos hacerlo, buscamos confiar en lo que ustedes hagan y el que lo haga mal habr� de sujetarse a los mecanismo regulares que permitan revisar que lo hizo mal, pero fundamentalmente tendr� el rechazo definido de quienes debieran beneficiarse de su trabajo.

S�lo que si no tienen una utilidad regular, la que fije el mercado habr�a de continuarse la m�s grave de las consecuencias que se experimentaron en los �ltimos nueve meses, no tanto que algunas de las constructoras m�s grandes hayan tolerado una reducci�n arbitraria en los costos para que en los precios reflejasen una cantidad menor, sino que algunos quebrantaron y salieron del mercado.

Ese no es el inter�s del instituto, por el contrario, como les he anunciado con gusto buscar�amos gradualmente ir identificando las coincidencias en lo principal para limitar las diferencias en lo accesorio, atendiendo primero a los derechohabientes, a la representaci�n laboral, a la representaci�n privada, a los constructores, a los promotores de la vivienda, tambi�n a los funcionarios p�blicos que integran el tercer sector.

Necesitamos que los amigos del INFONAVIT prestigien al INFOANVIT, necesitamos fortalecer a nuestro instituto que no tiene remplazo, la solicitud para aumentar el margen a las subastas corresponde directamente a las limitaciones de cr�dito en el sistema bancario nacional.

Nuestros fondos no tienen el mismo origen ni deben sujetarse a las limitaciones presupuestales en el uso de los recursos del Gobierno Federal. Los criterios que se han establecido por la Comisi�n Nacional Bancaria y de Valores para el mejor funcionamiento del INFONAVIT no representan una camisa, de fuerza son apenas el resultado l�gico derivado de la buena fe de qui�n con cuidado identifica c�mo hacer mejor las cosas.

Nos hubiera gustado es cierto, estar tanto con mejor oportunidad, con m�s detalles con antelaci�n, con mayor cuidado y tal vez incluso con mayor cortes�a, pero en el fondo estamos de acuerdo, tenemos que trabajar en eso.

Hemos establecido un grupo, tiene apenas dos semanas, que trabaja tres turnos y siete d�as a la semana para mejorar la informaci�n, no hay hoy informaci�n completa y fidedigna de algunos de los elementos principales del Instituto.

Pero le vamos a presentar al Consejo no s�lo el resultado tan dif�cil y tan costosos de un censo, sino con regularidad como indicador de nuestra gesti�n el resultado de una muestra peri�dica que permita identificar si avanzamos en la direcci�n correcta.

Necesitamos que se no vigile para hacer mejor las cosas, para en funci�n de esa vigilancia ganar un mayor espacio de gesti�n para encauzar las acciones que permitan mejorar los resultados en conjunto, restablecer los objetivos originales en funci�n de la normatividad original para una condici�n substancialmente distinta.

El instituto no est� en quiebra, tenemos menos de 2 mil 500 millones de pasivo de corto plazo y les dec�a que tenemos en la caja cerca de siete mil 500 millones de pesos, tenemos un patrimonio superior a los 100 mil millones de pesos en muchos estados magn�ficos edificios en la ciudad de M�xico orgullo del Instituto desde un punto de vista arquitect�nico y funcional.

Las dificultades de cobro muy serias pueden superarse si hacemos un esfuerzo, una gesti�n de cobro mayor, pero la gente que ocupa la casa no se niega a pagar su casa y ah� est� nuestra principal ventaja, tampoco se puede llevar la casa a cuestas.

No se van a ir, vamos a abatir muy r�pido la cartera, que tambi�n no se pierda de vista responde, a un criterio definitorio �saben ustedes cuando una cartera es vencida? Cuando un banquero establece que es vencida, cuando durante seis exhibiciones no se obtiene el pago.

Piensen conmigo, si obtiene medio pago y pasa de seis meses a cinco meses y medio ya no est� vencida, vamos a poder presentar muy buenos resultados r�pidamente con la ayuda de ustedes.

Es cierto que a veces no hemos cobrado porque no hemos entregado t�tulo, pues claro, necesitamos hacer un esfuerzo muy importante hacia adentro para mejorar nuestro trabajo, no queremos hacerlo solos.

Tienen ustedes es cierto, una ventaja en que se destrabe todo aquello que condicion� la oferta, el tren de vivienda, tienen ustedes tambi�n una responsabilidad por lograrlo y el prop�sito de esta mi muy breve charla al agradecerle su atenci�n y su paciencia es invitarlos a que lo hagamos de manera conjunta.

Estoy para servirles sinceramente y les rogar�a que formulasen los comentarios, las criticas es lo que m�s he o�do en los �ltimos d�as, las preguntas o las observaciones, las recomendaciones y quisiera repetirme, los seis puntos que mencion� el se�or presidente en su muy claro discurso se los voy a pedir para que en una reuni�n que empieza en unas horas en Quer�taro porque en efecto tenemos muy poco tiempo, hemos logrado modificar el equipo b�sico del Instituto y nos vamos a reunir este fin de semana para platicarnos, para conocernos mejor, para listar en t�rminos de prioridades nuestras principales dificultades y nuestros principales prop�sitos para darles cuerpo, para darles unidad, para responsabilizarnos mejor de este trabajo.

Esas seis observaciones elaboradas por una C�mara de la Industria de la Construcci�n en forma constructiva nos la vamos a llevar para que sean punto de referencia de lo que vamos hacer. Estoy para servirles.