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Le�n, Gto., 2 de marzo de 2005. Palabras del
PRESIDENTE VICENTE FOX QUESADA durante la cena de inauguraci�n de los trabajos del
XXV Congreso Mexicano de la Industria de la Construcci�n en el Sal�n Esmeralda, del
Hotel Fiesta Americana Le�n. Saludo con mucho
cari�o a mi tierra, a Guanajuato, a las y a los guanajuatenses. Siempre me hace feliz
estar de regreso aqu�, siempre me llena de energ�a, siempre me llena de motivaci�n para
seguir adelante, trabajando por M�xico. Agradezco a Jorge
que nos haya invitado a reunirnos esta noche aqu�: poder compartir alimentos, poder
compartir reflexiones, poder compartir el futuro de M�xico. Y por supuesto,
agradezco al gobernador, a Juan Carlos, a mi amigo, su invitaci�n constante a visitar
esta tierra, a hacer giras de trabajo con �l. Este a�o estamos
trabajando duro en el Estado de Guanajuato: nos hemos propuesto un programa extraordinario
de inversi�n en infraestructura, en obra p�blica, del orden de los dos mil 500 millones
de pesos, por encima del presupuesto original. Y quiero con
ustedes comentar, hace cuatro, casi cinco a�os, mis reuniones durante la campa�a,
precisamente con la C�mara de la Industria de la Construcci�n, con la C�mara y la
Asociaci�n de Desarrolladores de Vivienda, con el Colegio de Arquitectos, con el Colegio
de Ingenieros. Y a base de
di�logo fuimos comprendiendo la importancia de la inversi�n en infraestructura para un
pa�s, de la inversi�n en obra p�blica, de la inversi�n en vivienda como factores
fundamentales de crecimiento, desarrollo y generaci�n de empleos. Se convirtieron
esas pl�ticas en un compromiso expresado en el Plan Nacional de Desarrollo; un Plan
Nacional de Desarrollo que se desagreg� a cada una de las �reas y frentes de Gobierno, a
cada uno de los sectores econ�micos. Por cierto, un Plan
Nacional de Desarrollo vigente, que estamos siguiendo al pie de la letra, a base de
revisar constantemente los 450 indicadores de gesti�n que se desprenden de ese Plan
Nacional de Desarrollo. Y no nos hemos apartado, para nada, de los compromisos que
ah� planteamos a la Naci�n y hemos trabajado con perseverancia, hemos sembrado, hemos
corregido lo que heredamos; hemos creado, hemos reinventado, hemos eliminado muchas �reas
de Gobierno que no funcionaban y hoy estamos cosechando junto con todos los mexicanos. El motor externo de la econom�a muestra un gran dinamismo, el
mismo que mostr� durante diez a�os, desde la creaci�n del Acuerdo de Libre Comercio. M�xico se ha convertido en la s�ptima potencia exportadora
del mundo. Tenemos una balanza comercial, en este momento, ya muy cercana a los 400 mil
millones de d�lares; eso es m�s del 50 por ciento de lo que hace en conjunto el resto de
Latinoam�rica. Y esta fuerza exportadora nos ha permitido crecer y generar empleos. Pero ahora hemos a�adido otro motor a nuestra econom�a, el
motor interno que mueve a nuestra econom�a y hoy es una realidad. Ya se mencionaban aqu�
algunas de las tasas de crecimiento de sectores que tienen que ver con la econom�a
interna. Por ejemplo, el consumo, que creci� el a�o pasado seis
por ciento, en el mes de diciembre siete por ciento. Y no es casualidad ese consumo porque
por primera vez, despu�s de 25 a�os, durante los cuatro a�os de esta Administraci�n,
el salario real de los trabajadores ha crecido con una inflaci�n reducida y por mejores
aumentos en salarios. Energ�a. En energ�a estamos invirtiendo, el a�o pasado,
poco m�s de 20 mil millones de d�lares, 200 mil millones de pesos, cifra hist�rica que
jam�s se hab�a realizado en el pa�s, para generar m�s reservas petroleras, para
procesar m�s derivados del petr�leo, para asegurar extracci�n y abasto de gas natural
en el pa�s y poder as� contar con esa energ�a para mover la econom�a del pa�s
en el futuro. De igual manera, se han construido 26 plantas generadoras de
energ�a el�ctrica, todas ellas con inversi�n privada, y esta obra hidr�ulica de la
hidroel�ctrica de El Caj�n, que es la obra de infraestructura m�s grande y que no se
hab�an realizado de este tipo en los �ltimos 12 a�os. Esto ciertamente va
a liberar la energ�a del pa�s y va a movilizar la actividad econ�mica en M�xico.
Estabilidad, paz social, respeto y fortaleza de nuestras instituciones es el signo de este
Gobierno; una democracia participativa, una democracia con el goce m�s amplio de
libertades que se pueda pensar y concebir. As�, en pol�tica
no cabe la soberbia. La soberbia lleva a la corrupci�n y a la p�rdida de la capacidad de
di�logo, a la anulaci�n autoritaria de opciones, a la eliminaci�n de la selecci�n
democr�tica. Es imprudente
atentar contra las instituciones; es imprudente, por soberbia, sentirse por encima de la
ley o por encima de los dem�s. Creerse indispensable en pol�tica, es caudillaje. En lo social, la
fortaleza de las instituciones, la procuraci�n de justicia contribuye a la tranquilidad
de los y las mexicanas. Los mexicanos hemos
aprendido, en el pasado, que todo acto fuera de la ley, s�lo provoca arbitrariedad y
desesperanza. Las y los mexicanos
hemos trabajado para construir un Estado democr�tico, un Estado de Derecho, para
garantizar el respeto y los derechos de los dem�s y de todos los mexicanos. Yo quiero hacer un
p�blico reconocimiento a la tarea de Jorge, en estos dos a�os. Ha tenido la capacidad de
integrar una acci�n de Gobierno en un esfuerzo, sin precedente, en materia de
construcci�n. Ha permitido, a la
vez, dejar instituciones, como es el Consejo Nacional para la Infraestructura, que
perdurar�n y que dar�n solidez a este sector y a esta industria para el futuro. Y quiero dar la
m�s calurosa y comprometida bienvenida a Netzahualc�yotl para este reto que habr� de
enfrentar y mi compromiso de caminar juntos y de la mano, a construir un M�xico s�lido
en infraestructura y poder as� apuntalar el crecimiento econ�mico y la generaci�n de
empleos y ocupaci�n productiva en nuestro pa�s. A ustedes, les deseo lo
mejor para este a�o y muchas gracias por su invitaci�n y que Dios les bendiga. Si me permiten, se ponen
de pie y r�pidamente declaramos inaugurado este Congreso.
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