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Ciudad de México, viernes 19 de agosto de 2005. Palabras del Ing. Netzahualcóyotl Salvatierra López, Presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
Los constructores mexicanos nos sentimos honrados de
recibir en nuestra casa la visita del Ejecutivo Federal, agradecemos la presencia de los
representantes del Poder Legislativo, su presencia aunada a los hombres y mujeres de la
industria enfatizan la importancia de la construcción en el desarrollo de nuestro país. Pero, sobre todo, constituye un estímulo para
continuar nuestro trabajo diario en las 43 delegaciones de esta cámara, en beneficio del
desarrollo de México que todos queremos. La búsqueda constante por satisfacer las ilimitadas
necesidades del ser humano, nos sitúa en un momento histórico, en el que como nunca
antes, existe una vinculación entre los procesos productivos y las economías del mundo. Objetos y utensilios que ocupamos en nuestra vida
cotidiana pueden tener un origen tan distante como China o Indonesia. Este proceso de
globalización significa para México el reto ineludible de competir a nivel
internacional. Sin embargo, para poder participar exitosamente en
el mercado global, nuestro país debe ofrecer algo más que su cercanía al mercado más
grande del mundo, debe contar con la infraestructura básica y social, con un marco
normativo que promueva y garantice la inversión. Nuestro desafío es transformar ventajas
comparativas en ventajas competitivas. En este sentido, uno de los mecanismos para lograr
una economía próspera, es la inversión y construcción de infraestructura que reactive
el motor externo de la economía.
Hoy el panorama de la industria nos alienta, estamos
siendo testigos de que nuevamente las hidroeléctricas en el país se construyen por
empresarios nacionales. Que las plataformas petroleras se fabrican en patios
mexicanos, que empresarios arriesgan e invierten en la producción de gas en la Cuenca de
Burgos, que los puentes, hospitales y carreteras son parte de la reactivación del mercado
interno, con un beneficio social y económico en la búsqueda de un país más
competitivo. Sin lugar a duda, se ha vuelto la vivienda un
detonador de empleo y bienestar para muchos mexicanos. La estabilidad macroeconómica lograda en la
presente Administración, constituye la base de partida para la transformación
económica, política y social de nuestro país. Nunca en los pasados 24 años se había logrado ésta al término de la gestión, lo cual nos ha permitido disminuir significativamente el riesgo-país. Sin embargo, como lo menciona Eduardo Sojo, el trabajo no está terminado, hay mucho por hacer para transformar los rezagos en oportunidades. La dirección tomada es la correcta, la estabilidad
macroeconómica aunada a la transparencia y rendición de cuentas en la Administración
Pública que ha implementado el Presidente Fox, resultan condiciones indispensables para
la democracia, la prosperidad y la paz social; lo que se requiere ahora es acelerar el
paso. Y significa, para la industria de la construcción
en México, una garantía sin precedentes, un hecho que le otorga seguridad y confianza al
constructor, a la economía y a la sociedad en general, reflejando el carácter preventivo
y resolutivo que se le ha dado a la Secretaría de la Función Pública. No obstante, como lo ha señalado el Presidente Fox,
nadie debe cantar victoria, que el camino por recorrer aún es largo y el siguiente paso
es lograr consensos en temas estratégicos para la economía y la sociedad que nos
permitan crecer a un ritmo más acelerado y dotar de mejores servicios a la población.
Conscientes de esta responsabilidad social la
Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, casa y voz de los constructores
organizados de nuestro país, ha participado durante 52 años de esta historia en la
construcción del México actual. Conscientes también de la importancia del
desarrollo de capital humano, hemos impulsado la capacitación y la profesionalización de
los trabajadores del sector a través de los institutos de capacitación y tecnológico de
la industria de la construcción. Por ello, las empresas mexicanas cuentan con la
capacidad técnica y la experiencia para construir, protegiendo en todo momento el medio
ambiente, la infraestructura que nuestro país demanda. La colaboración del Gobierno en la consecución de
este objetivo resulta fundamental, como también lo es el que la política de inversión
tenga un carácter transexenal y mantenga o eleve el ritmo de crecimiento de este último
año, por cierto, el de mayor inversión desde la apertura económica. La inversión privada en la construcción de
infraestructura del país es fundamental, dado que con esto se logra complementar los
recursos públicos. Ejemplo de ello es la entrega, que se hará el día de hoy, del
título de la concesión de la autopista Morelia-Salamanca, a un grupo de empresas
mexicanas encabezadas por la peninsular Compañía Constructora. Destaca también por su importancia, el manifiesto
interés signado por la Banca Comercial para financiar proyectos de infraestructura, con
lo que la iniciativa privada responde al llamado del Ejecutivo para participar en los
proyectos de asociación público privada. De igual manera, señor Presidente, pongamos nuestro
mejor esfuerzo para anunciar la construcción de la hidroeléctrica, La Parota, y,
adicionalmente, como usted lo dijo en Nayarit, de ser posible, iniciemos también el
proyecto en La Yesca. Continúa vigente la filosofía de trabajo de uno de
los grandes constructores y visionarios de la historia moderna de México, el ingeniero
Bernardo Quintana Rioja, quien señalaba: en los equipos de trabajo cada quien cumple
funciones determinadas, lo indispensable es que cada miembro cumpla su función
responsablemente. En este gran equipo llamado México, los
industriales de la construcción asumimos nuestro compromiso y coincidimos nuevamente con
el ingeniero Quintana, cuando decía: la más alta misión histórica que tiene la
iniciativa privada en México, es promover, acelerar y sostener la industrialización del
país a un ritmo creciente. Bajo una visión que engloba los principios y
responsabilidad de los constructores mexicanos, el ingeniero Quintana Rioja fundó la
Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción y consolidó el grupo constructor
más grande de Latinoamérica: ICA, una empresa de clase mundial. Por su aportación al pueblo de México como
ideólogo y constructor, pero, sobre todo, por el ejemplo de vida que ha dejado a la
industria, los constructores le otorgamos nuestro más amplio reconocimiento y admiración
a través de este homenaje. Señor presidente: Tomándole la palabra y acostumbrados a plantear e
implementar soluciones, los constructores de México asumimos el reto de participar
activa, crítica y responsablemente para acelerar el desarrollo del país, poniendo para
ello nuestra experiencia, conocimientos y la fuerza de nuestra institución trabajaremos
juntos, sociedad y Gobierno, para construir una mejor calidad de vida para los mexicanos. Muchas gracias. Agradecer adicionalmente al señor Presidente una
carta que me hizo llegar y una que le hizo llegar a cada uno de los 43 presidentes de las
delegaciones que le entregaré a su nombre, señor Presidente, con mucho gusto.
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