Un objetivo fundamental es que las viviendas con el tiempo generen plusvalía y por consiguiente fortalezcan el patrimonio de las familias mexicanas.

Cada hipoteca que otorguemos, debe traducirse en una vivienda bien ubicada, que genere valor patrimonial, y que satisfaga las necesidades familiares, no hacerlo es no construir ciudadanía.

Es necesario que establezcamos los mecanismos e incentivos para fortalecer el mercado secundario de la vivienda.

Construyamos ciudades más densas y más compactas, con múltiples usos del suelo y evitemos que se siga replicando el modelo de expansión urbana tan costoso en términos humanos y en términos ambientales que hemos visto en las pasadas décadas.

Propongo que a partir del 2011 con recurso de Hábitat y con una parte del recurso de Conavi y si Infonavit también se pone bien, crearemos un fondo de planeación urbana, y que sirva para la  creación de institutos de planeación en las ciudades.

Hagamos de la planeación urbana nuestra prioridad para ordenar el crecimiento de las ciudades, y con ello mejorar la calidad de vida de todos. Hagamos juntos de los subsidios una bolsa, si juntamos todos los subsidios Fonapo, Conavi, Hábitat para que los estados y municipios, incorporen políticas públicas de ordenamiento territorial y planeación urbana.

Trabajemos para que nunca más se construyan viviendas en zonas de riesgo. No hacerlo es no solamente irresponsable, es además inhumano.