La construcción del Tren Maya obligó a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) a establecer a la brevedad nuevos lineamientos en los materiales empleados como balasto ferroviario en los tráficos de pasajeros y pasajeros/carga (como se pretende en algunos proyectos en el norte de México), con la finalidad de generar mayores condiciones de seguridad y evitar accidentes.
Actualmente, se informó, no existe una regulación vigente para dicho material en los usos referidos, por lo que se plantea generar certidumbre técnica a trenes con velocidades de hasta 145 km/h, que será la media del nuevo tren que correrá por 1,500 km del sureste.
Los beneficios también se verán en la ampliación del tren suburbano de la estación Lechería-Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y el tren México-Toluca, entre otros.
La infraestructura ferroviaria en México está viviendo un crecimiento y desarrollo que no había tenido en las últimas tres décadas y el servicio ferroviario de pasajeros se convierte en una de las prioridades gubernamentales a través de diversos proyectos, implicando la modernización de la infraestructura y el incremento de las velocidades de operación, con lo que aumentan los riesgos operativos, argumentó la SICT.
Además, al brindarse servicio de pasajeros y servicio de carga sobre la misma infraestructura, México requerirá de regulaciones para asegurar que los riesgos derivados de las operaciones a mayor tráfico y mayores velocidades se reduzcan y se garantice continuidad y seguridad.
Por lo anterior, se insistió, es necesario y urgente que la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF) emita los lineamientos en materia de infraestructura ferroviaria aplicable a velocidades superiores a las reguladas hasta ahora.
Con los nuevos lineamientos, que se prevé sean publicados este mes en el Diario Oficial de la Federación (DOF): se asegura calidad en el balasto con criterios internacionales aplicados a otros proyectos en mundo, se asegura el uso de balasto de origen cercano a la ubicación de los proyectos e infraestructuras ferroviarias, se favorece el desarrollo económico regional a través de la explotación de bancos de material y el impulso de empresas y empleados.
También, la regulación atiende directamente la calidad de la infraestructura que es una de las principales causas de los accidentes ferroviarios catalogados como descarrilamiento que generan daños materiales y pérdida de vidas y que, en el caso de trenes de pasajeros, se debe tener un nivel de seguridad más alto.