Una adecuada estrategia ASG incorpora métricas, compromisos, acciones tangibles y divulgación responsable. Se ha convertido en una pieza relevante para contar con financiamiento y acceso a capitales; y construir la reputación de la empresa con sus grupos de interés relevantes los clientes, las autoridades y hasta los propios empleados.
Globalmente, las presiones sobre las empresas por cumplir con los principios ASG son crecientes, llevando estas a modificar sus planes, salir de negocios e incluso despedir a ejecutivos.
En la industria del petróleo, las metas de reducción de emisiones contaminantes ahora son más agresivas que antes, al punto de que algunas empresas han decidido dejar de refinar petróleo con tal de poder cumplir con sus compromisos ambientales más estrictos.
Los temas sociales también toman fuerza. En China, empresas que mantienen trabajo forzoso con grupos vulnerables como niños y minorías raciales hoy día enfrentan crecientes restricciones a financiamiento y capital de parte de inversores internacionales con políticas de no inversión por violación de derechos humanos.
México no ha sido una excepción. Las empresas incluidas en el índice bursátil S&P/BMV IPC, por ejemplo, tienen estrategias y metas ASG desde hace una década. De ellas, las 32 más avanzadas forman parte del Índice BMV/S&P Mexico ESG Index promotor de la inversión responsable.
Estas empresas han ido permeando las prácticas sustentables a las empresas medianas y pymes. Por ejemplo, algunas cadenas de supermercados cuentan con normas para sus proveedores respecto al trato a empleados, prácticas éticas, seguridad de instalaciones e impacto ambiental de sus operaciones.
Las fuentes de financiamiento se han ampliado y hoy incluyen un mercado local de bonos sustentables que, favorecido por la inversión responsable, crece. Hoy, hay fondeo para proyectos con impacto positivo al medio ambiente o que promueven cierta meta social. En 2022 el monto de los bonos sustentables sumó 297.8 mm de pesos.
A través de sus Comités Técnicos Nacionales, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) difundimos mejores prácticas aplicables a empresas de cualquier tamaño y sector. Integrar factores ASG no es un proyecto con caducidad sino es un camino responsable de cambio en las decisiones, la operación y la cultura, camino que está abierto no sólo a las empresas grandes sino también a las pymes su tamaño y disponibilidad de recursos no son trabas.
Por ejemplo, en lo ambiental, toda empresa puede empezar por reducir el consumo de energía eléctrica con programas como el apagado de luces a partir de cierto horario, o apagado automático de equipos. O por reducir la generación de residuos fomentando el reciclaje.
En lo social, es razonable empezar adentro, con acciones que orienten a un clima laboral sano, condiciones de trabajo y remuneración equitativas y acciones que reduzcan el ausentismo y la rotación.
En gobernanza, es útil instalar un consejo diverso e incluyente, con especialización e independencia. Reduce conflictos de interés y aporta nuevas ideas que nutren las decisiones.
Lo responsable es dar el primer paso en el camino de desarrollo empresarial sustentable; no hacer nada no es opción.
En IMEF estamos comprometidos con la difusión de estos principios.