La autorización condicionada que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó al Tramo 5 sur del Tren Maya fija un plazo de tres meses para que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) entregue información adicional, tanto de infraestructura asociada al proyecto como de estudios que debieron realizarse antes del inicio del desmonte de selva.
Antonella Vázquez, representante de la asociación Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS), la cual asesora a los buzos que ganaron la suspensión del Tramo 5 sur, comentó que gran parte de la información que la Semarnat permite que el Fonatur entregue de manera extemporánea debió haber estado contenida desde un inicio en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), pues se trata de datos que no pueden obviarse para determinar el impacto que tendrá el tren en el entorno.
La autorización condicionada del Tramo 5 sur, a la que El Economista tuvo acceso, refiere que el Fonatur aún debe presentar los proyectos ejecutivos definitivos de dos estaciones ferroviarias, una base de mantenimiento, un ladero o tercera vía, pasarelas peatonales, pasos vehiculares, entre otros, ubicados entre Playa del Carmen y Tulum.
Además, deberá presentar las características y ubicación de una denominada base de diésel, es decir, la Semarnat autorizó la obra sin conocer dónde se construirá y cómo será la infraestructura de combustible asociada a la operación del tren.
En tanto, con más de seis meses de avance de obra, el Fonatur aún debe tramitar el cambio de uso de suelo para un total de 485 hectáreas de selva que ya están siendo afectadas por el proyecto federal.
El documento de más de 450 hojas refiere que el plazo de tres meses comenzó al día siguiente en que dicha autorización fue entregada al Fonatur, es decir, el 22 de junio de este año.
Entre los estudios que el Fonatur deberá entregar y que, de hecho, fueron propuestos por ellos mismos, está el Programa de Gestión Hídrica Integral para el monitoreo de la calidad del agua superficial y subterránea, que garantice que no habrá afectación alguna a la calidad del agua subterránea (cenotes, dolinas, entre otros), que estén cercanos al trazo del proyecto y en el área de influencia.
Asimismo, se mencionan programas de manejo de flora y fauna; de prevención, mitigación y manejo de contingencias ambientales y conservación del paisaje kárstico; de manejo de residuos; de calidad del aire; de conservación de suelos y reforestación; de rescate y reubicación de fauna, de mantenimiento de obras de drenaje, entre otros.
Condicionantes similares Otras autorizaciones de la Semarnat a proyectos distintos como hoteles u otros inmuebles establecen también plazos de tres meses para que la promovente cumpla condicionantes similares a las impuestas al Tren Maya, como programas de reforestación y jardinería; de protección a la fauna listada en la NOM-059-SEMARNAT-2010; de rescate de suelo orgánico y de plantación de flora.
Sin embargo, dichas condicionantes deben llevarse a cabo tres meses previos al inicio de la obra.
En el caso del Tramo 5 sur, el plazo otorgado por la Semarnat al Fonatur es posterior al inicio de obras.