
En el ya lejano 2013, El Heraldo empezó a darle seguimiento a los estudios que sobre el particular se realizaban y las razones que frenaban el programa, mismo que desde un principio fue impulsado por empresarios de Jalisco, dispuestos a ser partícipes en la inversión, lo que motivó que sus pares de Aguascalientes también expresaran su interés de llevar a feliz término este proyecto.
Esta vez es más creíble, en función de la intervención directa de Manuel Gómez Parra, director general de Desarrollo Ferroviario y Multimodal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, al anunciar que no sólo se retoma el proyecto Encarnación Díaz-Guadalajara, sino que ahora será Guadalajara-Chicalote (Aguascalientes), con una inversión aproximada de 22 mil millones de pesos (9 mil millones más de lo previsto originalmente, aunque entonces sólo establecía la ruta corta Encarnación-Guadalajara).
El funcionario mencionó que con este programa se logrará una mejor integración de la red ferroviaria nacional, cuyo tramo es una necesidad desde hace 50 años y que, lamentablemente, en un momento quedó interrumpida, pero ahora la Federación, en coordinación con los gobiernos de Jalisco y Aguascalientes aceptaron ser partícipes, además se analiza si se puede aplicar una nueva concesión, una asociación entre los dos ferrocarriles conectantes o crear una empresa diferentes.
Lo anterior forma parte del proyecto, en que además falta liberar el derecho de vía, dado que hay muchos terrenos invadidos y difícilmente recuperables, aspectos en los que ya se trabaja.
Gómez Parra precisó que se prestaría servicio ferroviario a Encarnación de Díaz, pero el vínculo sería Chicalote, cerca de la industria automotriz asentada en Aguascalientes, lo que obligará a alargar por 60 kilómetros la red ferroviaria, en relación con el programa original.
Asimismo, adelantó que se tienen pláticas con la gobernadora Teresa Jiménez para determinar la vialidad de crear un tren de pasajeros, lo que sería el plus de un proyecto, pensado en agregarle una acción a la transportación de productos y mercancías. El propósito de crear un servicio de viajeros entre ambas entidades y que forma parte de un programa de atención interurbana o estilo metro, lo que obligará a compartir vías con los trenes de carga. Al respecto, Manuel Gómez Parra reconoció que este servicio dejó de prestarse al no ser rentable, pero los estudios que se tienen actualmente determinan que sí es posible abrir itinerarios para personas en Aguascalientes, Monterrey, Guadalajara, Jalapa, Saltillo y Manzanillo, lo cual se examina y concretarlo en donde sea posible.
Es indudable que la noticia que aportó el funcionario genera entusiasmo y un enorme interés en aquellos que han intervenido directa o indirectamente en estos proyectos, principalmente el nexo Jalisco-Aguascalientes, al significar un ahorro en el recorrido de cientos de kilómetros entre ambas capitales y una mayor cercanía con el puerto de Manzanillo, por donde sale y entra la mayor parte de la mercancía.
Lo único que queda es esperar que en los dos años que le restan a la actual administración federal deje en marcha el proyecto junto con la parte correspondiente de la inversión y se amarre la participación de gobiernos locales y de los empresarios jaliscienses y aguascalentenses.