
Pero viene específicamente con dos objetivos: la supervisión de obras en el Tren Maya y la reconstrucción de los puertos de Salina Cruz y de Coatzacoalcos.
El interés sobremanera del mandatario por estos proyectos demuestra que busca a toda costa dejar operando lo que se considera las obras más importantes de su sexenio. "Vamos a revisar la construcción y reparación de las vías en la creación de los parques industriales en el Istmo, el avance en la reconstrucción y modernización de los puertos de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Voy a eso".
El Corredor Interoceánico es sin duda, la obra sin precedente, y el orgullo de su administración. Le llevó más tiempo del previsto, pero sabe que es lo emblemático de la Cuarta transformación. López Obrador sabe que cada vez que se hable de 4T se hablará del Corredor del Istmo.
Es el otro canal de Panamá en tierras mexicanas. Más importancia reviste cuando los especialistas han dado la noticia de que dicho canal se está secando y el Istmo será la solución para el comercio internacional.
Según Mirlo Guerra, encargada de Negocios de la Embajada de Panamá, por el Canal pasa el cinco por ciento del comercio mundial y un promedio de 14 mil barcos al año. El último año, el acceso generó 10 mil millones de dólares en concepto de ingresos y seis mil millones de dólares por impuestos.
Y el tramo de Salina Cruz a Coatzacoalcos será su competencia directa. A esto le apuesta el gobierno mexicano a quitarle una buena rebanada del pastel al cruce panameño.
Por ello, Andrés Manuel, en un proyecto visionario, está más pendiente que nunca, y cada vez que la agenda se lo permite supervisa y confirma que se esté desarrollando al pie de la letra el plan en el Sureste.
Este fin de semana estará desde Ixtepec hasta Coatzacoalcos.
En la zona son cinco parques industriales y se inscribieron más de 60 empresas para competir por los cinco parques, sobre las que se estará resolviendo para saber a quienes se les concesionarán dichos polos de desarrollo.
De acuerdo a lo planificado, será en septiembre cuando se tenga completo el tramo de vías férreas de Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz, como parte de la rehabilitación del Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, que potenciará el comercio al conectar el océano Pacífico con el Golfo de México.
Por si fuera poco, y si se duda que el Sureste tendrá un boom economía, este martes, se anunció la construcción de al menos cuatro plantas de procesamiento de gas, tres en la entidad veracruzana o en sus costas y una en Altamira.
Estas instalaciones permitirán el congelamiento de gas, para ser transportado a Europa. La empresa de Estados Unidos, New Fortress, es la que ha decidido instalar las plantas para procesar gas, plantas de licuefacción, que es un proceso para congelar el gas y transportarlo a Europa en barcos especiales y allá regasificarlo.
Esto representa empleos, mejoras, inyectar inversión y derrama económica para Veracruz y los estados alrededor de las plantas. Una de las plantas será en "en un campo que dejaron abandonado con una inversión de mil 500 millones, mar adentro en las costas de Veracruz y no queremos que eso se convierta en chatarra" diría el mandatario.
De acuerdo a lo que se manifiesta vienen proyectos que despiertan interés para las cámaras empresariales. La Canacintra en la entidad por ejemplo, pidió que la empresa que construirá el gasoducto marino desde Tuxpan y hasta el puerto de Coatzacoalcos, considere a proveedores veracruzanos en sus proyectos.
La reactivación económica en la región está en puerta. Algo que podría incluso, si se armara un buen plan de reincorporación, para darle empleo a los miles y miles de migrantes de Centroamérica que cruzan por territorio veracruzano y se exponen al acecho del crimen organizado, al trato inhumano, y al peligro de llegar a la frontera y perder la vida.