
La perspectiva ferroviaria enfrenta retos económicos derivados de la relación con los EE.UU., de cara a la ampliación de aranceles, y aunque promete grandes beneficios de conectividad y reducción de congestionamiento, su viabilidad depende de factores externos y una economía estable.
Perspectiva en grande
Adriana Cardona Acosta, directora General de Planeación de Proyectos Ferroviarios de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), argumenta que México se prepara para un ambicioso plan ferroviario que busca conectar la Ciudad de México con el norte del país, específicamente hasta Nuevo Laredo y Nogales.
Y asegura: estos proyectos se ejecutarán entre 2025 y 2030, y aprovecharán los derechos de vía existentes.
Cardona aseguró que la prioridad será la operación eficiente de las rutas, durante su participación en el "Diálogo con Ingenieros" de CICM, subrayando que la construcción de las cuatro rutas ferroviarias podría generar hasta 510,000 empleos.
Los 3K de vías
Se trata de las líneas AIFA-Pachuca, México-Querétaro, Querétaro-Irapuato y Saltillo-Nuevo Laredo.
El próximo mes, anunció, se licitarán los tramos Querétaro-Irapuato y Saltillo-Nuevo Laredo, con inicio de construcción en julio, anunció la funcionaria.
La idea del gobierno es tender 3,000 km de vías, beneficiando la conexión entre comunidades y reduciendo el congestionamiento vial.
Desafíos económicos y comerciales
A pesar de las promesas de desarrollo, los planes podrían verse afectados por factores externos.
Gerardo Herrera Villanueva, académico de la Universidad Iberoamericana, apunta que aun cuando los proyectos no dependen directamente del T-MEC, sí están relacionados con las proyecciones de crecimiento económico y el comercio internacional.
Además, un conflicto comercial prolongado con los EE.UU., con aranceles por semanas o meses, podría retrasar estos proyectos.
El impacto arancelario
Carlos Barreda, de Ferroviaria.MX, destacó que la aplicación vigente de aranceles a productos provenientes de los EE.UU. elevará los costos de materiales y tecnologías necesarias para la construcción de la infraestructura.
Esto pondría en peligro la viabilidad financiera de varias rutas, especialmente aquellas que dependen del crecimiento económico en el norte del país y por tanto tendrían que recalcularse los proyectos.
Además, la recesión económica y una posible depreciación del peso amenazan los recursos para los proyectos ferroviarios, limitando su ejecución a rutas financieramente viables, como la de Buenavista a Querétaro.
Programa dividido en tramos
El programa de trenes de pasajeros está dividido en cuatro paquetes, informó Cardona a los ingenieros:
El primero, con 786 kilómetros, incluye tramos como AIFA-Pachuca y México-Querétaro. El segundo suma 910 kilómetros y abarca rutas como Querétaro-San Luis Potosí.
El tercer paquete es el más largo, con 1,145 kilómetros, e incluye tramos como Guaymas-Hermosillo. El último, con 552 kilómetros, comprende los tramos Tepic-Mazatlán y Hermosillo-Nogales.
Estos proyectos, aunque aún se desconoce su planeación, dependen de una economía estable para asegurar su ejecución exitosa.