Así lo dijo ayer a Excélsior Luis Martín Cano Arenas, director del espacio, durante un recorrido en el que mostró desplomes, cuarteaduras, daños en un contrafuerte, apuntalamientos y el retiro, embalaje y resguardo de obras de arte sacro de los siglos XVII, XVIII y XIX, así como de mobiliario histórico.
Ante esta realidad, Luis Martín Cano hizo un llamado a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y al director del INAH, Diego Prieto. El llamado sería a que hicieran la propuesta con un calendario de acciones.
Y considera que se debe trazar la ruta de trabajo, ya que en el inmueble sólo existe una entrada y una salida, por lo que posiblemente se tendría que cerrar. Para hacer los trabajos tendría que atravesarse el templo, ya que La Pinacoteca no tiene contacto con el exterior. Esto significa que habría (interferencia) al pasar los trabajadores, el material o la maquinaria y eso nos afectaría, aseveró.
El canónigo también dijo que el INAH se ha presentado en cuatro ocasiones al inmueble para revisar las afectaciones. Han venido dos empresas a hacer estudios técnicos por parte (del INAH). La primera ocasión fue en 2017 y después en 2018 y 2019.
Y hace medio año, recordó, una segunda empresa hizo un trabajo minucioso en la sacristía, que es lo primero que hay que atender, así que ha habido ese seguimiento, pero muy distanciado. Tal vez no hay ese proyecto definido.
¿Le dijeron si el templo estaba asegurado? Sabemos que había un seguro para los inmuebles de la CDMX, y por eso nos dijeron que no podíamos hacer nada, porque si no el seguro (no aplicaría). Incluso, vinieron los del seguro e hicieron su avalúo (en 2017), pero no se tuvo más noticia, salvo que se requerían cerca de 6 millones de pesos para su recuperación.
¿Qué pasará si en 2022 hay un nuevo sismo? Sí tendrá sus efectos, definitivamente, pero nosotros no tenemos recursos para hacernos cargo.
¿Ustedes podrían restaurar obra? No tenemos recursos. Un mantenimiento de una obra del siglo XVII, XVIII exige mucho. Más bien hemos tenido un resguardo de esta obra de tres siglos.
Así que la vía posible de restauración, dijo, ha estado sujeta a los préstamos de obra a museos de México, EU y Europa.
¿El templo tuvo alguna otra afectación? El templo no tuvo daños mayores y por eso ha continuado su vida litúrgica, salvo en los meses del confinamiento, pero La Pinacoteca cerró por la afectación mencionada.
Sin embargo, admitió que una vez que se concluyan los trabajos en la sacristía y en la sala Henry Newman tendría que hacerse una revisión y llevar a cabo un proyecto integral de restauración.
Finalmente, Cano Arenas detalló que, dese 2015, han ubicado decenas de fisuras superficiales en dos de sus salas (incluyendo la Sala Mariana) y, recientemente, ubicaron una gotera (a causa de las grietas) que dañó la obra Jesús ante Herodes, un anónimo del siglo XVIII, la cual será restaurada próximamente por Fomento Cultural Banamex.
La Profesa resguarda cerca de 350 piezas de los siglos XVII, XVIII y XIX, entre las que se encuentran decenas de obras maestras de artistas novohispanos como Cristóbal de Villalpando, Miguel Cabrera, José de Alcíbar, José de Páez y los hermanos Rodríguez Juárez. Con el cierre obligado de su Pinacoteca, el templo sólo ha podido realizar servicios menores.
Su superficie total es de 2 mil 618 metros cuadrados y la construida de 2 mil 183 metros cuadrados.