En la carta con fecha del 2 de febrero, que los pobladores aseguraron que fue enviada a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y a Diego Prieto, director del INAH, la comunidad de Cuauhtinchán afirmó que a lo largo de los trabajos hemos contado con visitas de especialistas quienes con gran preocupación han expresado que la intervención es demasiado agresiva ya que está eliminando aplanados y argamasas históricas importantes que forman parte de los muros exteriores del templo, tanto los que forman parte del ábside como los de la torre.
El INAH aseguró que "todos los estudios y trabajos realizados en el monumento se han hecho conforme a los criterios teóricos y técnicos aplicables en la materia, y de acuerdo con las atribuciones que la Ley Federal sobre de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos le otorga al INAH".
Conjunto Conventual, monumento histórico del siglo XVI conformado por un templo, un exconvento y una parroquia, es muy importante y la experiencia del sismo del 2017 ha sido francamente negativa, poco clara y deja sospechas de corrupción. Hablando claramente, la parroquia se intervino mal, quedaron zonas con filtraciones y la empresa que llegó medio trabajó y se retiró; afectó parte de los bienes muebles que se encontraban en el interior porque no protegió como era debido.
En ese sentido, el INAH indicó que "a la fecha no tiene conocimiento de actos de esta naturaleza, o alguna denuncia formal por actos de corrupción en los trabajos llevados a cabo como parte del proceso de restauración de este inmueble; ni tampoco se nos ha presentado algún dictamen emitido por autoridad en la materia que pueda sustentar científicamente tales afectaciones. Por el contrario, el seguimiento que el Centro INAH Puebla le da al monumento sí se hace a través de peritos especializados, debidamente avalados y basados en una metodología adecuada a este tipo de edificaciones de gran valor patrimonial".
Los miembros de la comunidad relataron en su carta que "en la última reunión sostenida en nuestro templo el día 11 de noviembre de 2021, no nos permitieron participar, cerrando la puerta a la comunicación y dejando claro que pretenden que no seamos partícipes de los trabajos que se ejecutan en el patrimonio de nuestra comunidad".
Al respecto, el Instituto señaló que "es erróneo decir que el INAH haya ignorado a la comunidad de Cuauhtinchan, puesto que la representación estatal del Instituto mantiene un programa de visitas constantes por parte de sus supervisores, quienes además han atendido todas las solicitudes de reuniones que esta institución ha recibido por parte de autoridades civiles, religiosas y sociales. En ellas, se han presentado los avances en el proceso de restauración y se han atendido y resuelto cada una de las dudas planteadas por cualquier persona interesada en conocer y participar en el proceso".
El INAH negó todas las acusaciones a través de un oficio enviado a EL UNIVERSAL con fecha del 2 de marzo, en el que también afirmó que no ha existido desatención al caso del Conjunto Conventual de San Juan Bautista; por el contrario, en todo momento hemos estado abiertos a cualquier propuesta o petición que la comunidad nos haya planteado, de forma individual o colectiva, aunque no detalló si ya respondió directamente a los pobladores de Cuauhtinchán por la misiva que les enviaron hace un mes, el 2 de febrero.