En entrevista con medios de comunicación, el director del INAH aclaró que las denuncias se presentan como parte de un expediente administrativo que pide la aseguradora para otorgar el recurso económico para realizar las restauraciones en los edificios que son dañados con pintas durante las marchas.
"De repente se ha malinterpretado y se habla del tema de la denuncia lo que busca es criminalizar la protesta, no, no es esa la intención del INAH. Lo que nosotros hacemos es integrar un expediente administrativo y técnico, con miras a recuperar fondos para que se hagan las restauraciones, de otra manera no lo podríamos hacer. Un requisito que pide la aseguradora es que integremos una demanda a quien resulte responsable", explicó.
Comentó que en las marchas como las del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer la mayoría de las asistentes la realiza de manera pacífica y con estricto apego a los respetos a los monumentos históricos, pero hay otros grupo que salen exprofeso a causar daño.
Pese a ello, el director insistió en que el INAH no tiene una ruta de persecución contra algún grupo de manifestantes y las denuncias son por cumplir un requisito.