Los trabajos fueron encabezados por la empresa Sponyat-jet y supervisados por el INAH, consistieron en la colocación de mangueras que arrojaban aire a presión y esponjas directamente sobre la cantera, con este mecanismo se garantizó preservar la estructura del histórico edificio.
Durante los trabajos, que iniciaron el pasado 22 de marzo, se colocaron andamios y algunas lonas para impedir que el material de limpieza se dispersara en la explanada.
Incluso, por las noches era común escuchar el fuerte ruido de las máquinas utilizadas durante las jornadas de limpieza, debido a que se priorizaba ese horario para no entorpecer las actividades gubernamentales.
Y aunque se tenía previsto que los trabajos demorarían unas tres semanas, el fin de semana concluyeron.
Se informó que el seguro del Gobierno del Estado cubrió los gastos que generaron la limpieza de la cantera en la fachada y en las bases de las esculturas.
Por su parte, la delegada del INAH Martha Ávalos, explicó que el siguiente pasó será la reparación de los vitrales y las puertas, sin embargo aún se encuentran elaborando el dictamen y el presupuesto, por lo que esperan que en el transcurso de la semana se pueda ingresar al seguro de la dependencia federal.
Los vitrales serán reparados en un taller de la ciudad de Torreón, en el mismo sitio donde se trabajó con ellos tras los daños que sufrieron en la protesta contra el gasolinazo en 2017.