
I. Propuestas para una política nacional de vivienda y desarrollo urbano sustentable
La revitalización del sector de la vivienda en México tiene un enfoque económico y social. Por ello, uno de los objetivos centrales de esta estrategia es elevar la contribución del sector de la vivienda al PIB del país que se ubicó en 5.3 % en 2021, hasta un 8%, un incremento que no sólo reflejará una economía fortalecida, sino también una mejora palpable en la calidad de vida de las personas y familias en México.
Para alcanzar esta meta, se integra este primer portafolio de propuestas que permitirá atender desafíos estructurales del sector vivienda. Las propuestas se ordenan conforme a estos ejes temáticos:
" Financiamiento a la compra y al desarrollo de vivienda
" Acciones para incrementar la oferta de vivienda
" Apoyo a la producción social de vivienda con asistencia técnica
" Modelos alternativos de vivienda
" Vivienda sustentable
" Gobernanza de ecosistema de vivienda
" Reformas legales e institucionales
Financiamiento a la compra y al desarrollo de vivienda
1. Fomentar el uso de tecnologías financieras con una regulación adecuada para revolucionar el crédito hipotecario. El sector público, los organismos de vivienda y el sector privado deben apostar por tecnologías financieras para transformar el acceso al crédito hipotecario, al priorizar a las economías mixtas e informales. Es esencial integrar tecnología para el análisis de datos digitales para una evaluación más completa de la solvencia crediticia, tomando en cuenta patrones de gasto e historiales de pago, entre otros indicadores.
2. Incrementar el monto del crédito hipotecario que otorgan los organismos de vivienda. Para fortalecer la capacidad de compra de la población, se debe aumentar y flexibilizar el monto de créditos hipotecarios otorgados por organismos como el Infonavit, el Fovissste o los institutos estatales de vivienda. Esta actualización debe considerar el incremento de la demanda habitacional, así como las condiciones financieras y demográficas regionales, sobre todo en las 74 zonas metropolitanas del país.
3. Diversificar esquemas de cofinanciamiento con énfasis en economías mixtas. Se requieren soluciones financieras para personas y familias con ingresos como remesas, propinas o comisiones. Esto incluye a trabajadores por cuenta propia, pequeños empresarios y comerciantes, empleados de plataformas digitales, la comunidad de artistas independientes y del sector agrícola, entre otros.
4. Diseñar incentivos para incrementar y flexibilizar el crédito hipotecario privado para vivienda social. Para fomentar el crédito hipotecario privado en vivienda social, incluyendo la compra, ampliación y remodelación de inmuebles se puede optar por incentivos fiscales o fondos de garantía que minimicen el riesgo para los bancos. También se necesita establecer alianzas con empresas desarrolladoras para proporcionar asistencia técnica en proyectos de ampliación o remodelación.
5. Impulsar una estrategia nacional de ahorro para economías mixtas e informales. Impulsar una estrategia nacional para economías mixtas e informales. Para superar las barreras para acceder a una hipoteca tradicional y promover la inclusión financiera, se sugiere adoptar una estrategia nacional de inclusión financiera coordinada desde la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Sedatu.