
De aprobarse la reforma presidencial que busca que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) construya vivienda para la renta con opción a compra, el mercado inmobiliario correría riesgos por criterios políticos, advirtieron especialistas de BBVA.
En conferencia de prensa, Carlos Serrano, economista jefe del banco, indicó que no existe alguna falla en el sector habitacional y de la construcción que justifique que el Instituto, encabezado por Carlos Martínez Velázquez, intervenga en el desarrollo de vivienda en México.
No entendemos del todo la lógica. Tenemos empresas constructoras que han evolucionado de forma significativa y han podido crear estrategias. De poner a instituciones públicas a cargo, se puede correr el riesgo de que las decisiones sobre en dónde se puede construir sean sujetas a criterios políticos, más que a atender la necesidad real de las familias, esa es la preocupación, comentó el experto.
El pasado 5 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una iniciativa de reforma y adición de la fracción XII del apartado A del artículo 123 de la Constitución, con el fin de que el Infonavit invierta sus recursos en la construcción habitacional y sea arrendador de los hogares que edifique.
En este sentido, Serrano remarcó que al país le costó mucho trabajo crear instituciones hipotecarias públicas, por lo que considera que lo ideal sería que se enfocarán en atender a la población que no puede acceder a créditos hipotecarios por parte de la banca.
Asimismo, Samuel Vázquez, economista principal de BBVA, mencionó que existen otras alternativas para que el gobierno federal logre ampliar la oferta de vivienda sin requerir costos fiscales.
El potencial de la vivienda de interés social es muy alto, sólo hay que incentivar a los desarrolladores con mayor acceso a recursos, tierra, moderación en los precios de los insumos y permisos de construcción más ágiles, sostuvo el experto.
Situación actual
Lo anterior se da en un contexto en el que los mexicanos enfrentan una situación económica desafiante al intentar comprar una casa, pues según el Índice de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), la apreciación anual de la vivienda fue de 9.7% entre el 2017 y el 2023.
Mientras tanto, en el mismo periodo, el número de puestos de trabajo en el segmento de la población de ingresos menores a 3 UMAS, disminuyó a un ritmo de 2.7% anual; sin embargo, su ingreso promedio aumentó a una tasa de 4 por ciento.
El problema de este sector, según los analistas, es que en el mercado hipotecario no hay viviendas con precio menor a los 400,000 pesos, que sería el valor máximo que estos acreditados podrían pagar.
Los acreditados con ingresos mayores a las 6 UMAS, segmento en donde la oferta de vivienda ha estado centrada, también muestran una reducción de su ingreso, por lo que tampoco estarían preparados para afrontar el continuo aumento de precios de las viviendas.
De hecho, el análisis del banco encontró que un hogar tendría que utilizar el total de su ingreso de cuatro años y cinco meses para adquirir una vivienda con valor de 800,000 pesos, a través de crédito hipotecario. Además, la familia debería haber ahorrado todos sus recursos por nueve meses para cubrir sólo el pago del enganche.