
Dentro de las cifras del Registro Único de Vivienda (RUV), expuesto en la plataforma de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi), la entidad lleva entre enero y junio del presente ejercicio 2 mil 732 propiedades, en su mayoría casas en fraccionamientos, pero debajo de las 3 mil 27 del ciclo anterior.
Desde la emergencia sanitaria del 2020, un año después las empresas o inversionistas en el sector inmobiliario elevaron la cantidad hasta ahora sin alcanzarse, con 4 mil 43 viviendas. Desde entonces, viene una reducción gradual tanto en residencial como en la vivienda popular y económica.
Para esta fecha, más de 2 mil 500 son horizontales, derivado a la necesidad de este tipo de casas en la región norte del estado, enfocado en Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, al disponer de tierras suficientes. El resto, arriba de 153, se integran en desarrollos verticales, es decir, son departamentos en edificios, representando apenas el 5.6 por ciento del total.
Pese a esto, el estado se encuentra dentro del top 10 con mayor avance en todo el país entre enero y junio. Nuevo León encabeza la lista con 8 mil 807, dejando atrás a Jalisco con 5 mil 841. Le siguen Quintana Roo, Estado de México, Coahuila, Guanajuato e Hidalgo.
Para la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios (AMPI), esta tendencia a nivel nacional refleja la necesidad derivado de dos mercados, el turismo de descanso, como también la relocalización de plantas de manufactura, conocido como Nearshoring, al llegar nuevos proyectos a ciertas regiones.
Esa demanda de estar en sitios de playa, como complementar el arribo de nuevas fábricas, trae consigo los desarrollos de vivienda y atender las peticiones de los clientes. Es un mercado muy avanzado en varios estados y Tamaulipas tiene las condiciones para aprovecharlas por sus destinos y la disponibilidad de hectáreas, explicó el presidente nacional del organismo Emilio Rojas Cobián.