Más de 10 organizaciones sociales pertenecientes al Movimiento Urbano Popular se unieron para visibilizar a las familias damnificadas por los sismos de septiembre de 1985 y 2019, con el objetivo de hacer un llamado para que las autoridades atiendan la problemática de vivienda en la Ciudad de México (CDMX).
Los colectivos demandan dotar de mayor presupuesto al Instituto de Vivienda de la capital mexicana, para atender el déficit habitacional y los hogares dañados por los terremotos ocurridos en años pasados.
De acuerdo con el movimiento, los 4,000 millones de pesos de los que dispone actualmente el organismo de vivienda es insuficiente y por lo menos se requiere de 10 veces más para los miles de hogares que se necesitan en la urbe.
"Es un peligro inminente para los cientos de familias que habitan en inmuebles catalogados de alto riesgo de la Ciudad de México. Los damnificados necesitan un compromiso de fondo, vivienda digna, erradicar el encarecimiento del suelo y la especulación inmobiliaria, la gentrificación que vivimos al ser expulsados del entorno urbano", indicaron a través de un comunicado.
Por su ubicación geográfica y características de suelo, la Ciudad de México es una de las regiones con mayor actividad sísmica. Los temblores de septiembre de 1985 y del 2019, según el movimiento, dejaron daños materiales que aún son incalculables y permanecen visibles en distintas Alcaldías de la gran urbe.
Las organizaciones que participan en el llamado son:
-Coordinadora Democrática de la Ciudad de México.
-Comité de la defensa Popular Del Valle de México.
-Frente Popular Democrático.
-Grupo Cedros A.C.
-Asamblea de Barrios de la Nueva Ciudad de México 4T.
-Patria Para Todos A.C.
-Unión de Colonos Democracia y Defensa Social A.C.
-Unión de Organización Social Para La Dignificación de la Mujer y la Famila.
-Demo Casas A. C.
-C.C.A.T.U.C.A.I Alternativas Urbanas A.C.
-Organización Nacional de Campesinos, Obreros y Desempleados A.C.
-Unidad Patriótica.
Déficit de vivienda
Los voceros del movimiento, entre ellos Carlos Ortiz, Judith Barrios Bautista y Octavio Reyna, apuntaron que el cambio de administración es un buen momento para que el Gobierno Federal y de la Ciudad de México escuchen las voces organizadas y de sus habitantes para promover una ciudad incluyente, redensificar sus espacios, brindar mayor oferta de vivienda de interés social y fortalecer sus programas habitacionales.
Según datos compartidos por el colectivo social, el déficit habitacional en la capital mexicana es aún elevado, con más de 200,000 viviendas faltantes. En este contexto, la autoconstrucción de casas ha sido un pilar para la población de bajos ingresos.
No obstante, se exige fortalecer la colaboración entre gobierno y ciudadanía organizada para brindar mayor acceso a espacios accesibles para habitar a las personas que hoy en día no pueden comprar una vivienda, especialmente aquellos que lo perdieron todo en los sismos.
"Solicitamos poner atención prioritaria a esta situación, la cual requiere un plan emergente que comprenda el desahogo de la agenda de expropiaciones y sea dotado de un mayor presupuesto. No solo vulnera el derecho constitucional al acceso a una vivienda digna, sino que también pone en peligro vidas humanas que, al no tener alternativas, su única opción es ocupar una bomba de tiempo", añadieron las organizaciones.