
En su intervención, Lidia Malagón, consultora y docente en normatividad urbana e instrumentos de gestión de suelo, señaló que las propuestas del Bando 1 deben incluir un nuevo programa general de ordenamiento y consolidar una ley de ordenamiento territorial que funcione como "la gran carta de navegación sobre el territorio en la ciudad".
Añadió que la Ciudad de México requiere mecanismos de evaluación y seguimiento, además de aprovechar las herramientas disponibles y la experiencia de organismos como la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT). Por otro lado, Carlos Morales Schechinger, experto en suelo urbano, vivienda, derecho del suelo y financiamiento del suelo, propone que el Bando establezca reglas para un mayor control del suelo, sin eliminar ni atentar contra la propiedad privada. Señaló que la Constitución Política de la Ciudad de México debe contar con una mejor definición sobre el derecho al suelo, para ponerlo en la categoría que establece a la vivienda como un derecho humano.
A su vez, Alfonso Iracheta, experto en geografía y estudios regionales por la Universidad de Varsovia, cuestionó: ¿Qué hacer con el suelo ocioso? Señaló que debe destinarse al beneficio de la ciudad y de sus habitantes, con una regulación adecuada.
Finalmente, Inti Muñoz Santini, titular de la Secretaría de Vivienda, afirmó que la discusión pública ha fortalecido al Bando 1 como política de vivienda y de derecho a la ciudad. "Queremos una ciudad donde habitarla sea un derecho y un privilegio", expresó.
Resaltó que los foros y diálogos en torno a los 14 puntos de la iniciativa han dado lugar a "uno de los procesos de discusión pública más interesantes sobre el derecho a la ciudad y a la vivienda".