Algunos de los insumos registran una persistente tasa de inflación a doble dígito. Tal es el caso de la varilla corrugada, con una inflación acumulada de 81.23 por ciento desde el inicio de la pandemia, o el concreto, cemento y sus derivados, con variaciones al alza en sus precios de hasta 40 por ciento.
Constructores y analistas destacan que los aumentos en los materiales han influido en la dificultad para que el sector se recupere; sin embargo, indican que los datos más recientes muestran que los precios empiezan a desacelerarse.
"Sí hay una corrección en los precios de los materiales, pero no ha habido una corrección completa o no han vuelto muchos de ellos al nivel preCovid", destacó en entrevista Alejandro Saldaña, economista en jefe de Grupo Financiero Bx+.
"Algo que ejerció presión, además del precio de las materias primas, fueron los costos logísticos, que se incrementaron de forma significativa en 2020, 2021 y hasta mediados de 2022, pero ya han estado moderándose de forma importante ante la normalización en las cadenas de suministro", acotó.
El otro elemento que ha sido determinante para la construcción son las elevadas tasas de interés, pues el sector es muy sensible al encarecimiento del crédito debido a los servicios de arrendamiento en maquinaria y equipo.
"Una de los consecuencias de esta inflación son las altas tasas de interés que tenemos ahora, que es una medida para tratar precisamente que los precios no se salgan de control", mencionó también en entrevista Francisco Solares, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
"Las altas tasas afectan el desarrollo de la vivienda de interés social, que es un rubro importante de la construcción en México, así como la edificación", añadió.
A pesar de los retos que enfrenta la construcción, los expertos consideran que en algunas regiones del País podría verse un mayor dinamismo en el sector debido al nearshoring, ya que existe interés de firmas globales para invertir en México con el fin de aprovechar su cercanía con el mercado estadounidense.
"Vemos con optimismo el fenómeno de la relocalización de cadenas. Hay interés de países asiáticos y europeos por instalarse en México, pero necesitamos incrementar la construcción en infraestructura para poder proporcionar los servicios que se requieren para crecer e impulsar la economía del País", comentó el presidente de la CMIC.
Con el nearshoring, una oportunidad que tiene el sector para repuntar es el desarrollo de naves industriales, específicamente en la zona norte y el Bajío, ya que actualmente el País cuenta con un déficit de espacio industrial -aproximadamente de 13.5 millones de metros cuadrados- para atender la demanda de alojamiento de las empresas interesadas en instalarse en México.
No obstante, la Cámara de la Construcción señaló que también es necesario dar señales de certidumbre al exterior, ya que acciones como la expropiación de vías férreas a Grupo México puede desincentivar la inversión foránea no sólo en la construcción, sino también en otros rubros de la actividad industrial.
El valor de producción del sector de la construcción fue de 25 mil 185 millones de pesos en marzo de 2023, con lo que se ubica a mil 829 millones de retomar sus valores hasta antes del impacto por la emergencia sanitaria, de acuerdo con cifras de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).