Con el objetivo de afrontar la crisis de vivienda digna y la gentrificación en la Ciudad de México, la diputada local, Frida Guillén, ha presentado un proyecto para modificar el Código Fiscal local y crear un nuevo impuesto dirigido a los nómadas digitales, aquellos extranjeros que trabajan de manera remota desde la capital del país.
La idea detrás de esta propuesta es utilizar los recursos generados por este impuesto para abordar la creciente desigualdad social y las necesidades de vivienda en la ciudad.
De acuerdo con El Economista, la diputada Guillén explica que este impuesto se aplicaría a partir de la vigésima noche en que un extranjero contrate servicios de hospedaje en hoteles, hostales, moteles, departamentos o casas en la Ciudad de México. Este impuesto, calculado en Unidades de Medida y Actualización (UMA), busca mitigar el impacto de los nómadas digitales en el mercado de viviendas locales.
Con alrededor de 90 mil extranjeros viviendo y trabajando de forma remota en México, la mayoría de ellos en la Ciudad de México, la demanda de viviendas ha aumentado significativamente. Esto ha llevado a un incremento del 10% en los precios de alquiler en toda la ciudad, con aumentos notables del 60% en áreas como la Roma-Condesa, Del Valle y Coyoacán.
La diputada Guillén destaca que el problema no se limita solo al costo de la vivienda, sino que también afecta los precios de los servicios locales, alimentos y tiendas de conveniencia.
Lo que puede ser considerado una renta asequible para el 95% de los mexicanos, alrededor de 25 mil pesos, representa apenas el 20% de los ingresos de los nómadas digitales menos afortunados.
La propuesta de la diputada también busca utilizar los recursos generados por este impuesto para invertir en la construcción de viviendas de interés social, mejorar los servicios urbanos y desarrollar sistemas de transporte en áreas menos gentrificadas de la ciudad. Al hacerlo, busca equilibrar las desigualdades que existen en una metrópolis tan diversa como la Ciudad de México.
En un mundo donde la digitalización y el trabajo remoto están en constante crecimiento, la propuesta es un intento valiente de abordar estos desafíos de manera creativa y solidaria, empleando los recursos disponibles para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la Ciudad de México, incluidos los nómadas digitales que la llaman hogar.
La medida aún está en discusión en el Congreso de la Ciudad de México y será interesante ver cómo evoluciona en los próximos meses.