
Perdida desde el año 2021, no ha podido recuperarla y el plazo para hacerlo continúa extendiéndose.
El subsecretario del Transporte, Rogelio Jiménez Pons, revela que de acuerdo con cálculos del general Miguel Enrique Vallin Osuna, el nuevo director de la Agencia Federal de Aviación (AFAC), para mediados del próximo mes de julio, ahora sí podría lograrse la superación de la degradación de la autoridad aeronáutica mexicana.
Hay que recordar que el 25 de mayo de 2021, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) encontró que había, al menos, 28 deficiencias en seguridad dentro las aerolíneas mexicanas, por lo que degradó su categoría.
Lo hizo justo cuando se registraba, una notable reducción de vuelos nacionales e internacionales por los confinamientos obligados por la pandemia de la Covid-19.
La degradación ha causado fuertes pérdidas económicas para la industria y para el país.
De acuerdo con el análisis: Panorama de la Actividad Turística en México 36, elaborado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET) y el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac (Cicotur) las aerolíneas perdieron 9 mil 200 millones de pesos al ver limitada su posibilidad de ofrecer vuelos hacia EU.
La degradación de la autoridad aérea mexicana ha significado pérdida de competitividad y participación de mercado frente a las aerolíneas extranjeras.
Adicionalmente, ha impactado directamente a una de las obras icónicas de este gobierno, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, que a un año de haber sido inaugurado se mantiene con operaciones mínimas, a pesar del oxígeno artificial que está recibiendo del propio gobierno, en subsidios y medidas que buscan apuntalar su operación.
Jiménez Pons asegura que prácticamente todas las deficiencias en seguridad ya fueron solventadas.
Pero, lo que falta es la aprobación en el poder legislativo de las modificaciones a las Leyes de Aviación Civil y de Aeropuertos para que la FAA le restituya la categoría uno a la autoridad aérea mexicana.
Dentro de los cambios está el traslado del rubro de medicina del transporte de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) a la Agencia Federal de Aviación (AFAC).
En el cambio institucional de la DGAC a las AFAC en este gobierno, no se hizo el cambio de una entidad a otra de la medicina del transporte y para la FAA, es fundamental.
No representa mayor problema el cambio de adscripción, pero se tiene que hacer por ley, afirma el funcionario.
La FAA ya conoce la iniciativa, pero no eliminará la degradación de la calificación si no se promulgan los cambios en las leyes respectivas.
Según Jiménez Pons, en la próxima semana podrían ser aprobados los cambios en el poder legislativo y a partir de eso, se solicitaría la auditoría a la FAA para que una vez que se realice, pasen 40 días y posteriormente se logre la recuperación de la categoría 1.
Para mediados de julio podría quedar resuelto el problema.
El subsecretario del Transporte de la SICT reconoce que la recuperación de la calificación será muy importante para que aumente la masa crítica del AIFA.
Por ahora esa terminal aérea ya cuenta con todas las vialidades y sólo falta el tren suburbano.
Es cuestión de tiempo para que el AIFA agarre su ritmo de crecimiento y aumente su masa crítica, sostiene el funcionario.
Sin embargo, las cifras indican que el AIFA sigue siendo un elefante blanco. Hasta ahora el AIFA moviliza sólo el 5% de lo que hace el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Además del tema de la Categoría 1, otro tema que tiene muy preocupada a la industria es la intención del gobierno mexicano de aprobar el cabotaje en los cielos mexicanos.
El subsecretario Jiménez Pons asegura que no se trata de una iniciativa general, sino que será acotada a vuelos que cubren rutas que no cubren actualmente las aerolíneas.
Advierte que están procurando mantener aparte la discusión de este tema e incluso se está buscando diferirla para analizarla en otro escenario y permitir el diálogo con las partes.
No obstante, la Canaero, la IATA y ALTA han advertido sobre los graves riesgos y daños que provocaría la apertura de los cielos mexicanos.
El gobierno mexicano, navega con fuertes turbulencias, y no ha logrado consolidar su sistema aeroportuario metropolitano. Al tiempo.