
El aumento en la demanda eléctrica, especialmente notorio en los sectores doméstico e industrial, puede atribuirse a diversos factores, como las nuevas dinámicas de consumo surgidas durante la pandemia del virus SARS-CoV-2 y el fenómeno del nearshoring en la industria.
Asimismo, durante 2023, la CFE registró una administración que mostró eficiencia, con una reducción del 16.1% en los costos de operación y una disminución del 32.1% en los costos de combustibles propios y de terceros. Esta eficiencia pudo haberse visto favorecida por un contexto global que incluyó la estabilización de los precios de los combustibles luego de eventos geopolíticos.
A pesar de enfrentar desafíos como el huracán
Este desempeño financiero se atribuye a las políticas y estrategias implementadas por la actual Administración, que ha posicionado a la CFE como una figura destacada en el sector eléctrico de México y América Latina. Además, la empresa ha mostrado su compromiso con el crecimiento económico, la competitividad y la inclusión social, especialmente en comunidades remotas.
Con una disminución en su pasivo total, un aumento en el patrimonio y una reducción en la deuda total, la CFE podría estar proyectándose como un actor importante para el desarrollo sustentable y equitativo del país.