
Convirtiendo la basura en energía limpia con una planta de carbonización hidrotermal
Este proyecto realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en alianza con la Secretaría de Energía y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), será una planta capaz de transformar los residuos orgánicos en biomateriales y energía limpia (así se convierten residuos orgánicos en biocombustible y biofertilizante). La planta ubicada en el Bordo Poniente, antiguo lago de Texcoco, refleja un compromiso por mejorar el manejo de los más de 20 millones de toneladas de residuos orgánicos generados al año en México.
De hecho, el módulo inicial está ya en funcionamiento, y puede procesar hasta 72 toneladas de residuos orgánicos diarios, para producir 8.7 toneladas de hidrochar. Pero ¿qué es el hidrochar? Se trata de un subproducto altamente valioso, tanto por su potencial económico como por sus beneficios ambientales.
Según Álvarez Icaza, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM y líder del proyecto: "El hidrochar tiene un valor comercial importante. Actualmente, la CFE paga 100 dólares por tonelada de carbón importado de Australia. Además, el agua generada en el proceso posee un gran poder de fertilización, lo que la convierte en un recurso de alto valor agregado".
Con la capacidad actual de un solo módulo, se estima una reducción anual de 24 600 toneladas de dióxido de carbono (CO2) y obtención de 9 500 toneladas de carbono. Estos resultados son mucho mayores que las limitaciones de las plantas de composta tradicionales, que producen metano, un gas de efecto invernadero, incluso más peligroso que el CO2.
¿Qué es y cómo funciona la carbonización hidrotermal para un mundo limpio?
Hablamos de un proceso químico que convierte materiales orgánicos en carbono sólido, bajo altas temperaturas y presión, en presencia de agua. Al momento del proceso, los compuestos orgánicos presentes en los materiales se descomponen, con lo cual se forma el carbono sólido, conocido como hidrochar.
El hidrochar cuenta con propiedades parecidas al carbón y puede ser usado en diferentes aplicaciones, incluyendo como precursor para la síntesis de catalizadores carbonosos. Esta tecnología se le considera una opción prometedora para la gestión de residuos orgánicos y la obtención de materiales carbonosos con aplicaciones diversas.
Este procedimiento de carbonización hidrotermal, transforma los desechos secos en electricidad a través de la gasificación, mientras que los residuos húmedos se convierten en hidrochar, agua rica en nutrientes y vapor de agua. Con ello se generan productos útiles para la industria y la agricultura, así como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Puede sustituir la importación de carbón y mejorar la economía circular
El proyecto es parte de la estrategia "Basura Cero" del Programa Ambiental (conoce qué es, cómo inscribirse y beneficios del Basura Cero en CDMX) y de Cambio Climático de la Ciudad de México, que comenzó en 2021 con el apoyo del Fondo para la Transición Energética. La meta a largo plazo es construir 36 instalaciones parecidas en todo el país, con capacidad de producir 300 toneladas de hidrochar diarios y obtener hasta 342 000 toneladas de carbono anualmente.
Lo positivo de este proyecto es que, fomenta la economía circular y puede sustituir la importación de carbón llevando hacia los mercados locales, lo que ayuda al desarrollo del país. El hidrochar con su alto valor comercial, así como el agua rica en nutrientes generada en el proceso, tiene un gran potencial como fertilizante, reduciendo la dependencia de productos químicos y promoviendo prácticas agrícolas sostenibles.
Aunque el proyecto se encuentra en acondicionamiento, representa una gran oportunidad para enfrentar el cambio climático y producir energías más limpias. Es una visión a largo plazo que traerá soluciones integrales hacia un futuro más verde.