
"Esta realidad implica retos para lograr un suministro eléctrico confiable, sustentable y asequible. Para ello se requerirán mayores inversiones que, en un contexto de reordenamiento de las cadenas de suministro globales, representan oportunidades para acelerar el desarrollo económico y la integración de las cadenas productivas nacionales y una mayor participación en los esquemas de producción, innovación tecnológica y descarbonización global", expuso la Asociación.
Para tal efecto, es indispensable que las políticas públicas y el marco legal ofrezcan las condiciones que garanticen el crecimiento ordenado del sistema eléctrico.
"En tal virtud, hacemos una respetuosa invitación para que las autoridades y reguladores encuentren vías de diálogo y solución consensuada en el marco institucional ante retrasos o diferendos con algunos agentes económicos, de manera que, en la medida que las redes de transmisión y distribución lo permitan, se incorpore al Sistema Eléctrico Nacional la capacidad de generación eléctrica de centrales que no han sido interconectadas o que han sufrido procesos de desconexión, todo siempre de acuerdo y en estricto apego al marco regulatorio vigente", refirieron.
Cabe destacar que a lo largo del año empresas como Iberdrola han experimentado la desconexión de centrales eléctricas bajo el esquema de autoabasto, al haber concluido sus contratos de interconexión con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), sin embargo, se han quejado de que la autoridad no les ha permitido reconectarse entrando bajo el esquema del mercado eléctrico mayorista.
Este tipo de actuaciones por parte de la autoridad ha fundamentado algunas de las quejas planteadas por los gobiernos de Estados Unidos y Canadá a su contraparte mexicana, que derivaron en la activación del mecanismo de solución de controversias contra México bajo el amparo del T-MEC, por presuntas violaciones al tratado derivadas del trato discriminatorio de la autoridad energética mexicana a las empresas privadas frente a las estatales.
La AME se conforma actualmente por 17 empresas mexicanas y extranjeras, que representan 33,099 MW de capacidad instalada a través de la generación eléctrica en ciclos combinados, es decir, cerca del 40% de la capacidad del país, y una inversión acumulada de más de 25,000 millones de dólares.