El objetivo es que para 2036 se obtenga una mezcla de 70 por ciento gas natural y 30 por ciento hidrógeno verde, de acuerdo con el Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (Prodesen) 2023-2027.
«Se proyecta que los ciclos combinados de gas natural vayan disminuyendo progresivamente el uso de gas natural y aumentando el de hidrógeno& con lo que se estará abonando a acelerar la transición energética», refiere el documento.
Como parte de los retos del hidrógeno verde, el Prodesen contempla la adaptación de infraestructura de gas natural ya existente, pues sería complejo y de alto costo la construcción de nuevos gasoductos.
«La red de gasoductos del Noroeste (Sonora y Sinaloa), Noreste (Tamaulipas), Istmo de Tehuantepec, Baja California y la Península de Yucatán podrían ser usados, ya que hay potencial renovable y están cerca de las costas. «Situación similar se presenta en Baja California Sur, que tiene grandes recursos naturales y necesidades de capacidad de generación eléctrica», añade.
Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno Verde (AMH2), dijo que falta detallar quiénes serán los productores y la participación del sector privado.
«Es una meta ambiciosa tener 30 por ciento de mezcla en centrales de ciclo combinado, y eso implica una producción activa de hidrógeno para sustituir casi 50 por ciento de gas que se utiliza actualmente», manifestó.