La transición eléctrica en la movilidad ya no es una opción y ha significado un reto en el mundo. Específicamente en México, uno de los principales factores por el que la electromovilidad no avanza al ritmo que debería es por la falta de infraestructura de carga para los vehículos eléctricos.
Pese a esto, durante el panel Estado actual y perspectivas para el desarrollo de la infraestructura de carga en México y la integración con el resto de Norteamérica en el North America Mobility & Net Zero Summit, Francisco Cabeza, presidente de la recién creada Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE), resaltó que, pese a estas cuestiones, se calcula que en 2023 se colocaron en el país al menos 10 mil vehículos eléctricos, un aumento de casi el 45% respecto los cinco mil 600 de 2022.
Daniel Molina, director de Ventas de Autel Latinoamérica, comentó que la movilidad está presente en todo momento, el reto es hacer una movilidad más amigable con el medio ambiente y que a su vez responda a sus necesidades.
Nos decían que tenemos que cambiar el paradigma, nos retan a que pensemos diferente, a que hagamos cosas diferentes, a que nos integremos. Así como ha habido grandes cambios en la historia y en la industria, este probablemente sea un cambio interesante (transición eléctrica) que nos trae muchos retos, pero sobre todo muchas oportunidades, aseguró Molina.
Esta transición eléctrica está siendo liderada principalmente por las empresas que se han puesto objetivos Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) y buscan la descarbonización de sus operaciones, pero Isabel Miranda, Head of Marketing and Sales de Enel X México, señaló que este cambio se ha visto frenado por la incertidumbre de contar con energía suficiente.
Muchas veces el paso no se da por el tema de la energía. Es en dónde vamos a cargar, de dónde vamos a traer esta energía, si esta energía va a venir de sitio sustentables de energías verde, dijo.
En este sentido, Lorenzo Ortego, director general de Voltway, resaltó que con el paso del tiempo, la tecnología e innovación en los cargadores ha hecho más eficiente la carga de las unidades, ya que se ha ido introduciendo toda la variante de la eficiencia energética porque no solamente se trata de cargar, sino se trata de cargar de manera eficiente.
Agregó que México tiene una ventaja, ya que al contar con un precedente en otros países que ya están más avanzados en la movilidad eléctrica, ya se cuenta con la tecnología necesaria, solo queda seguir avanzando, mejorarla y adaptarla a la red de México para no dañarla.
Por ello, Isabel Miranda destacó que para llegar más rápido a la meta se requiere de alianzas y acompañamiento.
Sabemos que tenemos que hacer la movilidad eléctrica sostenible, la infraestructura de recarga para movernos, pero no lo vamos a hacer solos, necesitamos de estos aliados, de la creación de alianzas, de estrategias, de todos los que conformamos la movilidad eléctrica sostenible en México, apuntó.
A México aún le queda mucho camino por recorrer en este tema, sobre todo tiene el reto de la infraestructura de transmisión y distribución de energía en el territorio, entre otras cuestiones, pero además se agrega el reto de la demanda de energía.
Francisco Cabeza resaltó este tema y puntualizó que el país va a necesitar un 135% más de capacidad energética para cumplir sus necesidades para 2040.
En esa conversación todavía no se habla de movilidad eléctrica porque apenas estamos hablando con el Cenace (Centro Nacional de Control de Energía) para que ellos hagan el diagnóstico. Creo que es un gran reto, dijo.