El Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), brazo tecnológico de Petróleos Mexicanos (Pemex), evalúa convertirse en la principal fuente de suministro de catalizadores de Pemex, insumos claves para el mejor desempeño de las refinerías, y con ello desplazar a competidores extranjeros.
El instituto licitará en los próximos meses estudios de preinversión para la construcción de una planta de catalizadores en Hidalgo.
El proyecto toma en cuenta que actualmente la demanda nacional de estos insumos empleados en más de 80% de los procesos de refinación de petróleo crudo y en procesos petroquímicos asciende a 15 mil 500 toneladas al año que se obtienen por completo del extranjero.
El diagnóstico realizado por especialistas del IMP señala que "en México no se producen catalizadores a nivel industrial y la mayoría de los catalizadores instalados en el Sistema Nacional de Refinación son de procedencia y tecnología extranjera".
"Asimismo, la legislación ambiental implica la producción de gasolina y diésel de bajo contenido de azufre. La regulación ambiental vigente implica la producción de petrolíferos, tanto de gasolina y diésel con bajo contenido de azufre, lo que implica retos importantes para contar con los catalizadores de última tecnología para cumplir con la norma", agrega.
El IMP ha dependido de empresas extranjeras para la producción de sus catalizadores, por lo que no contar con la infraestructura física para fabricar catalizadores con aplicación en hidrotratamiento de destilados intermedios dificulta el desarrollo industrial y comercial de éstos, teniéndose que realizar a través de empresas extranjeras.
Lo anterior crea dependencia, genera gastos en divisas por compra de servicios, altos costos de oportunidad, y propicia riesgos en el desarrollo del dominio y control de la tecnología y propiedad intelectual, destaca el documento.
Además, empresas petroleras líderes como ExxonMobil o Shell Global Solutions producen anualmente un significativo número de patentes sobre nuevos catalizadores tanto para procesos ya existentes como para nuevas aplicaciones.
Hasta hace aproximadamente 10 años, bajo el auspicio de Pemex y en alianza con empresas como Grace Davison, Engelhard o Criterion, el IMP desarrollaba catalizadores, pero en 2005, modificaciones a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público obligaron a Pemex a licitar la adquisición en lugar de realizar asignaciones directas.
Bajo tales condiciones, las empresas aliadas redujeron paulatinamente su colaboración y ya que el IMP no tenía la organización comercial adecuada ni todas las competencias para escalar y producir catalizadores para competir por sí solo, derivó en una pérdida casi total de participación en el mercado.
Ahora, se analiza producir los catalizadores que Pemex necesita en una planta propia que se construirá en el Centro IMP La Reforma Hidalgo, localizado en el kilómetro 7.5 de la carretera Pachuca-Ciudad Sahagún.
El documento del IMP subraya que, en materia de tecnología de catalizadores, Pemex depende en un alto grado del exterior y, por lo mismo, es vulnerable a cambios en la oferta tecnológica o de precios por variaciones de mercado, lo que representa limitaciones para poder mejorar su posicionamiento competitivo.
Por la propia naturaleza en la industria de la refinación, las tecnologías de catalizadores son tradicionalmente consideradas como maduras.
"Sin embargo, realmente son tecnologías complejas que, en la mayor parte de las veces, generan innovación incremental que, para sus usuarios, se pueden traducir en ventajas competitivas dado su rol clave en la generación de valor", destaca el diagnóstico.