
La emisión se distribuyó en instrumentos a cuatro años (2,250 millones de euros), ocho años (1,500 millones) y doce años (1,250 millones). De acuerdo con IFR, los recursos serán destinados a "los fines generales del Gobierno de México, así como para realizar una aportación de capital a Pemex, que a su vez será utilizada para reembolsar, rescatar y recomprar parcialmente algunos de sus valores en circulación".
Esta operación se suma a los esfuerzos previos del gobierno federal para respaldar a la petrolera estatal. En lo que va del año, México ha colocado 12 mil millones de dólares en valores precapitalizados (P-Caps), una figura que permite canalizar recursos sin que se reflejen directamente en los libros del gobierno.
La calificadora Fitch Ratings señaló en agosto que la transacción P-Cap tendría un impacto "prácticamente neutral" en la calificación soberana de BBB-, aunque advirtió que "los desafíos de Pemex podrían eventualmente afectar el perfil crediticio del gobierno si se necesita un mayor apoyo para cubrir las crecientes pérdidas operativas".
Esta nueva emisión ocurre tras una oferta récord de 8 mil 500 millones de dólares en enero, lo que refleja la continuidad de las estrategias de financiamiento para atender los compromisos financieros de Pemex, en medio de un entorno de presión fiscal y operativa.