
Uno de los cambios más significativos es la eliminación de las renovaciones automáticas de permisos. A partir de ahora, una vez concluida la vigencia de un permiso, las empresas incluidas Pemex y operadores privados deberán presentar una nueva solicitud. No se pueden otorgar prórrogas, establece el reglamento, rompiendo así con la práctica previa que permitía la extensión automática si se cumplían requisitos regulatorios.
Asimismo, se establece que el nuevo permiso deberá solicitarse hasta con un año de anticipación al vencimiento del anterior, lo cual busca evitar interrupciones operativas. El plazo de vigencia dependerá del tipo de actividad y de la evaluación técnica que realice Sener o la Comisión Nacional de Energía (CNE).
En actividades como la exploración superficial, se exige que tanto Pemex como privados presenten documentación detallada del proyecto, un análisis de riesgos y evidencia de pagos regulatorios. Esta medida endurece los requerimientos y refuerza el papel de Sener como rector técnico del sector.
El reglamento también introduce nuevos criterios: consulta previa, impacto social y trazabilidad de actividades, alineándose con estándares internacionales para proyectos extractivos. Esto busca fortalecer la relación entre desarrolladores energéticos y las comunidades donde operan, en un contexto de creciente presión social y ambiental.
Otro cambio clave es la digitalización de los trámites: se habilita el uso de plataformas electrónicas para la recepción, seguimiento y resolución de solicitudes, lo cual puede agilizar procesos pero también incrementa la fiscalización.
La norma también establece una distribución más clara de responsabilidades: Hacienda, Economía, ASEA y otras dependencias emitirán lineamientos específicos conforme a sus atribuciones.
Este nuevo reglamento redefine las reglas del juego para operadores, particularmente para aquellos que dependían de renovaciones automáticas o tenían procesos abiertos bajo el régimen anterior. Marca un giro hacia una mayor centralización del poder regulatorio en Sener, en línea con la visión de soberanía energética planteada por el Gobierno de Claudia Sheinbaum.