Esta adquisición va encaminada hacia la llamada "Soberanía energética", para que el país sea autosuficiente en esa materia. México quiere cubrir sus propias necesidades de energía y petróleo para evitar ser dependiente de otros países, sobre todo de Estados Unidos, en donde la energía se vende a mayor costo, por lo que al país vecino le convenía que México no fuera autosuficiente para venderle energía y gasolinas caras.
En esta misma línea, el gobierno mexicano ha apostado por invertir un total de 62 mil millones de pesos en la rehabilitación de refinerías del país desde 2019 para alcanzar la autosuficiencia de gasolinas en 2024. Asimismo, se ha aumentado la producción de petróleo en el país, al pasar de 35 por ciento a 76 por ciento, lo que equivale a 922 mil barriles por día, según datos de la Secretaría de Energía.
Es un momento muy importante para esta estrategia del gobierno mexicano, cuando la geopolítica mundial ha mostrado la deficiencia energética en el mundo. La dependencia de Europa de países como Rusia para obtener energías muestra la importancia de ser una nación autosuficiente, más cuando se cuenta con los recursos como los tiene México.
La generación de energía es un gran negocio y países como Estados Unidos lo saben, por ello el impacto beneficioso para México si logra la soberanía energética.
En Europa se quiere dirigir el timón hacia la producción de energía verde, lo cual está lejos de que ocurra, por eso la venta de Iberdrola; pero en países como México no se puede apostar todavía a este tipo de energías hasta que no sea más competitivo y tenga los recursos para obtener la tecnología necesaria.