Así, la compañía está empezando a revertir la caída de la administración pasada, que fue la más severa en los últimos 21 años, a pesar de la Reforma Energética.
De enero de 2019 a septiembre de 2021, la elaboración de crudo de la compañía pasó de un millón 701 mil barriles por día, a un millón 751 mil barriles en promedio, es decir, diariamente la compañía añadió 50 mil barriles de petróleo, aún con la desaceleración por la pandemia.
El repunte se suscitó pese a que la contingencia sanitaria tiró hasta en 60 por ciento la demanda de combustibles por el confinamiento en 2020, y de que el precio del crudo tocó por primera vez en la historia números negativos en abril de ese año, de acuerdo con datos de Pemex.
El resultado de esta administración contrasta con el desplome de la producción petrolera registrado en la anterior, pues pasó de dos millones 522 mil barriles por día en 2013, a un millón 833 mil barriles en 2018.
Ello significa que durante el sexenio de la Reforma Energética se registró una merma de 689 mil barriles por día, a pesar de que la expectativa era que al cierre de 2018 la producción ascendiera a tres millones de barriles diarios, y que en 2025 esa cifra superara la meta de 3.5 millones de barriles por día en promedio.