
El Estado de México (Edomex) está entre las entidades que tienen una probabilidad de más del 80 por ciento de llegar a un estrés hídrico en los próximos seis años.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), de los nueve acuíferos con que cuenta el Edomex los depósitos de agua subterránea ocho presentan pérdidas de agua anuales este 2024.
Es decir, solo en el caso del acuífero de Temascaltepec la recarga natural es mayor a la cantidad de agua subterránea concesionada al sector industrial, agrícola y gubernamental y al agua concesionada de ríos y lagos que recarga el acuífero.
En los casos de los acuíferos mexiquenses de Tenancingo, Villa VictoriaValle de Bravo, Valle de Toluca, IxtlahuacaAtlacomulco, Polotitlán, ChalcoAmecameca, Texcoco y CuautitlánPachuca, el agua extraída es mayor a la que se recarga naturalmente del acuífero. Por lo que cada año pierden recursos.
El caso mexiquense es un reflejo de la realidad del país. Este 2024, el 43.19 por ciento de todos los acuíferos en México presentan un déficit. Pues 283 de 653 de estos depósitos tienen pérdidas de agua.
>>>¿Se aproxima el Día Cero para el Edomex?
Hay una posibilidad mayor al 80 por ciento de que, en 2030, el agua disponible en la entidad mexiquense sea menor a la demanda de su población.
Hay una probabilidad extremadamente alta de que en 2023 la cantidad de agua que consume el Edomex sea mayor a su disponibilidad hídrica, aumentando así la posibilidad de llegar al Día Cero. Es decir, de llegar a un punto en el que sea imposible garantizar el abasto de agua potable en la entidad.
Así lo indican estimaciones del Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute, por sus siglas en inglés). Este mismo caso sucede con otras 16 entidades del país.
Por otro lado, datos oficiales de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) muestran que ocho de nueve acuíferos, depósitos de agua subterránea, tienen pérdidas cada año. Comprometiendo de esta manera los recursos hídricos del subsuelo en la entidad.
>>>Riesgo extremadamente alto de tener pérdidas hídricas en 2030: WRI
De acuerdo con estimaciones de WRI, el Edomex y otras 16 entidades del país se encuentran con un riesgo extremadamente alto de tener en 2030 un estrés hídrico. Es decir, de llegar a un punto en donde la demanda de agua potable es mayor a la disponibilidad.
Así lo muestra el Atlas de Riesgos Hídricos, una plataforma internacional de datos que mide la relación entre la demanda doméstica, industrial y de riego de agua potable y su disponibilidad de agua superficial y subterránea.
Las otras entidades de mayor riesgo hídrico son Baja California Sur, la CDMX, Sonora, Coahuila, Colima, Chihuahua, Aguascalientes, Sinaloa, Durango, Guanajuato, Jalisco, Baja California, Zacatecas, Querétaro, Morelos. Michoacán.
Junto con el Edomex, estas entidades tienen una probabilidad de más del 80 por ciento de llegar a un estrés hídrico en los próximos seis años.
Por su parte, las entidades de Tamaulipas, Nuevo León, Hidalgo, Nayarit, Tlaxcala tiene un riesgo alto. Es decir, su probabilidad de llegar al estrés hídrico, está entre el 40 al 80 por ciento. En el caso de San Luis Potosí, Puebla, Campeche, Yucatán, Guerrero, su riesgo hídrico es medio, entre el 20 y el 40 por ciento.
Por último, solamente los estados de Quintana Roo, Tabasco, Oaxaca, Veracruz y Chiapas tienen un riesgo hídrico bajo. Su probabilidad de comprometer su abasto de agua para 2030 es menos del 10 por ciento.
¿Estos datos muestran que habrá un Día Cero en el Estado de México? Es decir, un punto en que la entidad se quede imposibilitada para abastecer de agua potable a su población. No necesariamente.
Según cifras oficiales de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), en 2021, el 21.8 por ciento del agua potable suministrada a la población mexiquense venían de fuentes fuera de la entidad. Siendo en su mayoría fuentes federales, como el caso del Sistema Cutzamala.
Pese a ello, desde octubre de 2023 hasta julio de 2024, hay medio millón de mexiquenses que sufren un recorte en el suministro de agua.