
La alcaldesa recordó que desde el 25 de febrero de este año su administración ha insistido en la necesidad de ejecutar acciones preventivas y de reforzamiento en las márgenes del río, competencia directa de la Comisión.
Riesgo de desbordamientos en zona habitacional
Muñiz Neyra advirtió que la situación es crítica, en especial en el tramo que colinda con el Barrio de Guadalupe, donde se han registrado desbordamientos. El reblandecimiento del hombro del río, provocado por los altos niveles de agua, representa un riesgo real de ruptura que podría afectar a cientos de familias.
Desde 2022 hemos implementado acciones de mantenimiento para proteger a las familias, pero ahora se requiere la intervención inmediata de la CONAGUA, declaró. La alcaldesa enfatizó que no abandonaría las oficinas federales hasta ser escuchada, subrayando que la vida y el patrimonio de la población están en peligro.
Acuerdos alcanzados con la CONAGUA
Durante la reunión con Claudia Gómez Godoy, comisionada de Restauración del río Lerma; Rocío Salinas Prado, gerente de Infraestructura, y Miguel Valderrama, director de Concertación Social, se establecieron compromisos inmediatos:
Inicio de trabajos en puntos críticos del río a partir del 30 de septiembre.
Solicitud al Gobierno del Estado de México para que la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) mantenga limpias las linternillas de la Presa Alzate.
Revisión de apoyo de la Secretaría de Marina con maquinaria y equipo especializado.
Recorrido conjunto entre autoridades locales y de la CONAGUA en el barrio de Guadalupe para definir acciones preventivas.
Presupuesto anual para el desazolve del río Lerma con el fin de mitigar riesgos en temporada de lluvias.
Impacto regional
La intervención beneficiará no solo a San Mateo Atenco, sino también a otros municipios del Valle de Toluca que dependen de la estabilidad del río Lerma para reducir riesgos de inundación.
La gestión de la presidenta municipal marca un precedente en la exigencia de coordinación interinstitucional para la seguridad hídrica. Los acuerdos alcanzados con la CONAGUA representan un primer paso para reducir la vulnerabilidad de miles de familias ante posibles desbordamientos en la región.