
Una investigación realizada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), reveló que el empresario y uno de los principales productores de naranja en el norte del país, logró acaparar el mayor número de concesiones para el aprovechamiento de agua mediante litigios que ganó a la Comisión Nacional del Agua.
Sumado a esto se comprobó que, junto con otros citricultores de esa región, desvía el cauce del río que cruza por el municipio de Hualahuises, desde inicios de la década del 2000.
El problema es visible, mientras ese afluente se encuentra seco, las huertas del empresario lucen rebosantes.
Por ejemplo, a un costado de sus propiedades conocidas como La Japonesa y San José de las Flores, en la comunidad de Cinco Señores, se observan largos canales cubiertos con lonas, por los que pasa el agua que desvía y que nutren sus naranjos.
La investigación arrojó que Montemayor cuenta con 23 títulos de concesiones para el aprovechamiento del agua, de ellos 22 son para uso agrícola en Montemorelos, Terán y Hualahuises, pero también cuenta con uno en la zona metropolitana de Monterrey para servicios en un predio de Guadalupe.
Las concesiones le permiten contar en total con 78 pozos de los que puede extraer más de 5 millones de metros cúbicos por año, con los que se podrían llenar 2 millones de tinacos de agua con capacidad de 2 mil 500 metros cúbicos cada uno, sin embargo, debido a las deficiencias en la Conagua no hay forma de saber si sólo extrae lo permitido.
En Hualahuises el principal referente de este problema es el río seco, cerca de la huerta San Pablo, propiedad de Montemayor, de unas 25 hectáreas, se observa una represa de concreto que desvía el agua hacia su predio.
Aun y con la inconformidad de habitantes y exalcaldes que en su momento enfrentaron esta situación, el empresario junto con otros citricultores lograron mantener esa cortina de concreto bajo el argumento de que contaban con la autorización de las autoridades federales.