Con miras a concluir este año con todas las obras,la dependencia federal ha suscrito, por primera vez desde 2017, una serie de convenios especiales para transferir recursos directamente desde el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) a cuatro entidades federativas.
De esta forma, Oaxaca, Puebla, la Ciudad de México y Tlaxcala recibirán un monto extraordinario que, en su conjunto, asciende a mil 206 millones de pesos por fuera del marco habitual del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR).
Con ellos, según ha declarado la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto, quedarán los recursos para la reconstrucción de inmuebles patrimoniales habían ptovenido de cuatro fuentes: El Fondo de Desastres Naturales (FONDEN), el cobro de los seguros contratados para cada bien, el dinero asignado desde el Presupuesto de Egresos de la Federación al PNR y las aportaciones de otros agentes, como asociaciones civiles y empresas privadas.
Este 2023, por ejemplo, en PNR destinó 332 millones 800 mil pesos al sector cultura, cifra que ahora se refuerza con la reasignación del presupuesto del INAH para acelerar los trabajos.
El hecho de que la Secretaría de Cultura se valga de estas asignaciones extraordinarias, casi al término de la administración actual, pone de manifiesto las prioridades culturales del sexenio.
Apenas el pasado marzo, por ejemplo, la SC reasignó 2 mil 741 millones de pesos de su presupuesto hacia el gobierno de la Ciudad de México, con el fin de continuar con el megaproyecto Chaúltepec, Naturaleza y Cultura.
Tan sólo esta última transferencia para el proyecto prioritario capitalino es superior a la totalidad de los recursos que el sector cultura ha recibido desde el 2019 a través del Programa Nacional de Reconstrucción: 2 mil 132 millones de pesos. Los cuatro convenios que la Secretaría de Cultura ha firmado con los estados buscan poner fin en la recta final del sexenio, a un pendiente arrastrado desde la administración anterior.
Promesas y Estimaciones. Los sismos de septiebre de 2017, además de un daño inestimable a la identidad de las comunidades que vieron afectadas su patrimonio cultural, representaron un reto administrativo mayúsculo para la entonces Secretaría de Cultura (SC) federal, creada menos de dos años antes.
Así lo hacía saber en su momento María Cristina García Cepeda, quién asumió el cargo de una dependencia que todavía no terminaba de estructurarse plenamente en lo jurídico, tras el fallecimiento prematuro de su antecesor, Rafael Tovar y de Teresa.
"En los sismos del pasado septiembre, el patrimonio artístico, cultural e histórico de nuestro País salió dañado, muy afectado, más afectado que en cualquier otro acontecimiento de esta naturaleza, más afectado que en 1985 y 1999", expuso García Cepeda, en enero de 2018, en entrevista con REFORMA.
En ese momento, de acuerdo con cifras oficiales, el conteneo de los inmuebles afectados ascendía a mil 800, con un estimado de reconstrucción total para mediados del 2020, en un proyecto que, desde el inicio, se pretendió transexenal.
Tras esa primera evaluación de los daños, la SC buscaría dejar el encargo a sus sucesores con el 65% de los trabajos concluidos y un diagnóstico exhaustivo de los faltantes. Sin embargo, medio año después, en julio de 2018, una revisión conducida por el INAH determiní que la cifra real de inmuebles patrimoniales damnidicados era, en realidad, de 2 mil 340.