El Templo de Fátima concluyó con sus obras de remodelación hace poco más de dos semanas, por lo cual el padre se mostró orgulloso del esfuerzo realizado con el comité del mismo, constructores, personas participantes y benefactores.
"Se concluyeron con las obras del templo en tan solo mes y medio, con limpieza y orden, un costo de 250 mil pesos en remodelación y una deuda de 20 mil, cableado y falso plafón nuevos", comentó Sánchez, "recibimos regalo de gran parte de lámina, Obras Públicas Municipales aportó para recoger el escombro y Leviton donó lámparas de última generación".
Templo de Fátima
"Todo de calidad, buen gusto y muchas personas que aportaron sus distintos recursos, contribuciones, agradeció el padre, cuando alas cosas son de Dios, él hace que todo fluya".
Mientras que en el Templo de San Isidro Labrador, se encuentran en proceso de finalización, se espera que el próximo martes se enfoquen en detalles enfocados en cristalería, pintura, luz, cerámica, campañas e imágenes, con una inversión estimada de 350 mil pesos y de 600 mil ya concluidas las obras.
Armando Sánchez, párroco de San Isidro Labrador Finalmente, en el Templo de San Antonio de Padua, ubicado en La Enramada, patrimonio de la nación con más de 200 años, la restauración es más lenta con un trabajo más meticuloso de restauración, pero con gran avance realizado por Misiones Coloniales y el INAH.
"Hacer las obras es bueno, pero mantenerlas es mejor", recordó el padre Armando Sánchez.