Tuvo una temperatura promedio de 13.23 grados, es decir, casi un grado por encima de la temperatura promedio de los últimos 30 años, y más de 1.75 grados, si se compara con la era preindustrial.
En cuanto a los mares, enero del 2025 no rompió el récord del año anterior, pero sí se le considera ya el segundo más caluroso.
Y respecto al deshielo en el Ártico, está empatado con el 2018, cuando se registró 6% más pérdida de cubierta que el promedio histórico.