Hablamos de los contaminantes heredados por inundaciones, la liberación de microbios por derretimiento de glaciares, el agotamiento de los ríos y los cuerpos de agua, así como el envejecimiento de las poblaciones.
Las inundaciones muchas veces arrastran de otros sitios contaminantes como fertilizantes o metales pesados, los cuales deben ser atendidos con técnicas de restauración.
En cuanto al derretimiento de los glaciares, poco se ha considerado que en esas masas heladas hay hongos, virus y bacterias atrapados, que podrían volverse más activos en los ecosistemas.
Lo anterior requiere calcular más el impacto y ver las oportunidades de investigación.
Asimismo, el informe indica que hay una restricción al agua potable para las personas y la producción de alimentos, debido a la construcción de presas.
Son cambios que afectan a ecosistemas que dependen de esa agua.
Finalmente, señala la amenaza del envejecimiento de la población mundial, pues la proporción de personas de 65 años aumentó 10 por ciento este siglo y se pronostica que para el 2050 aumentará 16 por ciento.