Durante más de una década, el trato para quienes tenían paneles solares en México fue: si te sobraba energía durante el día, la guardabas en la red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y por la noche la retirabas de tu recibo. Era un trueque energético 1 a 1 que permitió que la generación distribuida la energía solar producida directamente por hogares, comercios e industrias se multiplicara en todo el país.
Ese trato se acabó. Con el nuevo marco regulatorio, ese intercambio deja de ser uno a uno. Ahora, la energía solar extra que se inyecta a la red se paga a un precio, y la energía que se consume de noche se cobra a otro, generalmente más caro.
Para la mayoría de las industrias que usan casi toda la energía que producen, el impacto será mínimo. Pero el cambio obliga a todo el sector a evolucionar.
El mercado que debe adaptarse es masivo. Hoy, México cuenta con 4,326 MW de capacidad solar instalada en techos de casas y negocios. Traducido a la vida real, eso es suficiente para abastecer el consumo eléctrico anual de más de 5 millones de hogares, o el equivalente a toda la demanda residencial de Nuevo León y Querétaro juntos.
De vender energía a usarla
El fin del trueque 1 a 1 mata el incentivo de vender la energía sobrante. La nueva rentabilidad no está en generar más, sino en usar más de la energía propia. Aquí nace el autoconsumo inteligente: una combinación de paneles solares, baterías, sensores y plataformas digitales.
"El cambio regulatorio no frena el crecimiento de la energía solar, la obliga a ser inteligente", explica Marcos Ripoll, CEO y cofundador de Solar180. "El juego ya no es instalar paneles, es gestionar tu energía. El negocio ahora es no vender esa energía barata a la red, sino almacenarla en baterías y usarla tú mismo en la noche para evitar comprar energía cara".
En la práctica, un sistema inteligente puede programar el aire acondicionado o la maquinaria pesada para que funcionen en las horas de máxima radiación solar, usando energía gratuita y guardando el resto en baterías para la noche.




