
Por segunda vez en tres años, la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) de Progreso pidió el permiso ambiental para la obra, que ahora tendrá inversión de 2,949 millones 656 mil 246 pesos 91 centavos el 96.2% de un millonario crédito y se hará durante cuatro años, revela la nueva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que ya evalúa la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de México.
Esto significa que la obra estaría lista en 2028, si se empieza en el mes y medio que resta de este 2024. Pero lo más probable es que se inicie en 2025 y se termine en 2029 porque en 2021 a la Semarnat le llevó casi tres meses evaluar la MIA y, si ella da el permiso, luego se hará la licitación para contratar a la empresa que hará la ampliación de la terminal remota.
También significa que seguirán las afectaciones para los vecinos de la calle 82 de Progreso, quienes desde el 13 de junio de 2023 son afectados por la construcción del viaducto elevado en la calle 82 (que va desde la 75, antes 25, entrada del puerto de altura, hasta la vía a Mérida), que se terminaría en diciembre próximo, así que en este puente transitarían los volquetes, maquinarias y otros vehículos para la ampliación de la terminal remota.
Como Veracruz quieren que sea el puerto de altura de Progreso.
Independientemente de ello, la nueva MIA revela que se apuesta en grande: a que Progreso reciba barcos de mayor calado como los que llegan a Veracruz, que según la Federación es el puerto comercial más importante de la costa mexicana del Golfo de México.
Hace tres años, el 21 de septiembre de 2021, la Asipona, empresa que administra el puerto de altura de Progreso, ingresó a la Semarnat una MIA-Particular que elaboró la empresa meridana Ingesa Ingeniería y Gestión Ambiental, S.A. de C.V., y la dependencia le dio trámite dos días después.
En este 2024, el 30 de octubre, la Semarnat turnó a evaluación la MIA-Regional que la Asipona entregó el 22 de octubre y que elaboró Servicios de Ingeniería y Consultoría Ambientales, sociedad civil particular (SCP).
Según la consultora Seguridad Proambiental, la diferencia entre las MIA Regional y Particular radica en que la primera es para un proyecto de gran magnitud que requiere muchos recursos y, por ende, causa impactos ambientales considerables, como una carretera y planes que alteran las cuencas hidrológicas.
Por su parte, el Registro Público de Comercio de Yucatán informa que Ingesa es una sociedad mercantil constituida en 2011 con capital mínimo de $2.5 millones por Jorge Alberto Chan Dib, vecino de la colonia Yucatán, y Fermín Herrera Ancona, de la García Ginerés.
A su vez, Servicios de Ingeniería& es una sociedad civil de Domingo Arias Estrella, carmelita que reside en el fraccionamiento meridano Francisco de Montejo y que el 14 de agosto de 2017 nombró como apoderado a Julio César Canto Martín.
El fallido proyecto de ampliación del puerto de altura de Progreso.
El anterior y fallido proyecto pretendió ampliar la plataforma (área de terminales) de Progreso de 32 a 72 hectáreas y también el canal de navegación o de acceso: el calado o profundidad a 12.5 metros y el ancho, a 180 m. Según la MIA de 2021, toda la obra costaría $355.745,568 y se haría en 26 meses, máximo.
El nuevo proyecto de ampliación del puerto de altura de Progreso.
Ahora, según la MIA de 2024 también se quiere construir una plataforma de 40 ha, pero la ampliación del canal de navegación es más ambiciosa: el calado aumentará de 9.6 a 15.5 m, y el ancho, de 150 a 200 m.
Además, la obra se haría en 48 meses y la inversión requerida es de $2,949.656,246.91, o sea, 8.2 veces lo cotizado en 2021.
La plataforma de 40 ha (40,000 metros cuadrados, m2) será para terminales de diferentes tipos y en las áreas adyacentes a la misma se hará un dragado de 12.5 m de profundidad para la entrada, movimiento y atraque de embarcaciones.
También se construirá un camino (de 5,334.66 m2 o 0.5335 ha) que llevará del actual viaducto de la terminal remota a la nueva plataforma.
Con el canal de acceso de 15.5 m de profundidad y la plataforma con zonas de atraque de 12.5 m de dragado, dice la MIA, Progreso podrá recibir embarcaciones de las siguientes dimensiones:
1) Cruceros de 225,000 DWT (tonelaje de peso muerto) y un máximo de 9.3 m de T fully laden (calado con el navío completamente cargado), 362 m de eslora (LOA), 331 m de eslora máxima (LBP) y 47 m de manga.
2) Incluso, buques portacontenedores de hasta tercera generación: con calado de 10.7 m, 210 m de eslora, 30 m de manga y tonelaje de peso muerto (TPM) de 30,000 TEU (contenedores de 20 pies). La misma MIA señala que ahora hay portacontenedores de hasta quinta generación que llevan incluso 5,000 TEU.
Los barcos más grandes del mundo.
De esa manera, aunque la apuesta es grande y se concrete la ampliación, Progreso aún no podría recibir a los barcos más grandes del mundo.
Esto porque el crucero Icon of the Seas, de la naviera Royal Caribbean, tiene 9.1 m de calado, 365 m de eslora y 61.3 m de manga. El parque acuático más grande en alta mar, tiene cupo para 7,514 pasajeros y 2,350 tripulantes en 20 cubiertas o pisos. Es una ciudad flotante de 9,864 personas.
A su vez, el portacontenedores MSC Irina es más grande: tiene 15 m de calado, 399.9 m de largo y 61.5 m de ancho, y puede transportar hasta 24,346 TEU, según Marine Traffic. Este mamut de los mares llegó el 13 de noviembre a Barcelona, puerto de España que tiene calado de 16 m y un ancho de 370 m, según informa la administración de ese recinto portuario.
Además, aunque se concrete la ampliación, Progreso seguiría a la zaga del puerto de altura de Veracruz porque ahora tiene una plataforma de 299.64 ha (9.3 veces las 32 ha de Progreso) y un canal de acceso con calado que va de 9.7 a 12.8 metros y un ancho de 200 m. Y por si fuera poco, en 2025 terminaría su ampliación: nueve terminales nuevas con 30 posiciones de atraque, y el canal tendrá calado de 18 m y ancho de 320 m.
El millonario crédito para la ampliación del puerto de altura de Progreso.
Para la ampliación del puerto de altura de Progreso, en 2023 el gobierno de Yucatán contrató un crédito de hasta 3,063 millones de pesos con BBVA, Banamex y Banco Mercantil del Norte (Banorte), según el estado de la cuenta pública estatal al 30 de septiembre de 2024.
De acuerdo con el Decreto 638/2023, Yucatán pagará el empréstito con dinero federal (del Fondo General de Participaciones y del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) durante 20 años.
La diferencia entre el préstamo contratado y la nueva inversión requerida es de 113 millones 343 mil 753 pesos, dinero que no se ejercería en la obra.
Operadora Energética nació en 2019.
Además, en diciembre de 2023, la empresa Operadora Energética y Marítima de Yucatán inició la licitación de la obra.
Operadora Energética y Marítima de Yucatán, según el Registro Público del Comercio, se constituyó con capital de $500,000 que aportaron el gobierno de Yucatán ($225,000) y el Instituto para la Construcción y Conservación de Obra Pública en Yucatán, Inccopy ($225,000), el 2 de agosto de 2019, solo 10 meses después que Mauricio Vila Dosal asumió la gubernatura.
Como presidente de Operadora Energética quedó el hoy senador panista Vila Dosal, con Álvaro Eduardo Juanes Laviada como su suplente, y como vocales, María Dolores Fritz Sierra, Olga Rosas Moya, Roger José Echeverría Calero y Ernesto Herrera Novelo.
Sin embargo, el proyecto murió en febrero de 2024, cuando venció el plazo establecido (en la convocatoria de la licitación) para que se inicie la obra y también expiró el permiso que dio la Semarnat el 16 de diciembre de 2021 para que los trabajos se realicen en 26 meses.
Pero la principal razón del fracaso del proyecto fue que la Ley de Operadora Energética y Marítima de Yucatán, promulgada el 2 de febrero de 2024, otorga a esa empresa formada cinco años antes facultades que por la Ley de Puertos son exclusivas de la Asipona, según informó al mismo gobierno yucateco la Secretaría de Marina (Semar), que tiene a su cargo las Asipona, o sea, los puertos de altura de México.