
Según Rosa Elena Torres Ortiz, asesora del director general de la empresa, uno de los proyectos más viables es la instalación de una planta en Salina Cruz, Oaxaca, debido a su estratégica conexión ferroviaria, lo que facilitaría la distribución del gas natural hacia Chiapas y Guatemala.
Otra iniciativa en análisis contempla la construcción de una planta de almacenamiento en el sureste de Veracruz, una estrategia que permitiría mayor flexibilidad operativa para el transporte y procesamiento del hidrocarburo. «Esta infraestructura nos permitirá optimizar los sistemas de transporte y garantizar estabilidad en el suministro», explicó Torres Ortiz durante un evento del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas en la Ciudad de México.
El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, ha planteado una meta ambiciosa para la producción nacional de gas natural, con el objetivo de alcanzar 5,000 millones de pies cúbicos diarios, lo que permitiría a México reducir su dependencia de energía importada en un contexto donde más del 60% de la electricidad del país se genera con plantas de gas natural.
Pemex ya ha explorado proyectos de GNL en el pasado, como la propuesta presentada en 2014, que contemplaba la construcción de una planta en Salina Cruz con una inversión de 6,000 millones de dólares y la creación de alianzas estratégicas con empresas privadas. Aunque no llegó a concretarse, la compañía mantiene abierta la posibilidad de asociaciones similares para financiar y fortalecer su infraestructura energética.
Hasta ahora, Pemex ha destinado más de la mitad de su presupuesto de inversión a actividades de exploración y producción, aunque busca nuevas fuentes de financiamiento a través de colaboraciones con el sector privado.