Un punto toral para el desarrollo del AIFA es que pueda movilizar usuarios de manera masiva a través de un sistema ferroviario que conecte a la Ciudad de México con la terminal aérea en el Estado de México.
Aunque en un principio el gobierno federal proyectó que el ramal estuviera en operaciones hacia finales de 2022, año en el que la terminal áerea fue inaugurada, esta promesa se ha postergado en varias ocasiones, por falta de prepuesto y logística, a tal grado que ahora será hasta agosto del próximo año cuando comience a dar servicio, es decir, al menos dos años después de la apertura del AIFA.
De acuerdo con estimaciones de las autoridades del transporte, la conexión con el nuevo aeropuerto deberá estar concluida hacia el primer semestre de 2024 y para ello ocupará 10 trenes que la compañía CAF había destinado originalmente para el Tren Interurbano México-Toluca.
Para la ampliación de este tren, la Federación proyectó una inversión mixta de 25 mil millones de pesos junto con la empresa concesionaria Ferrocarriles Suburbanos, integrada por CAF, Omnitren y Fonadin.
De este volumen de inversión, 15 mil 192 millones de pesos serán aportados para el concesionario. La aportación del concesionario está estructurada con 20% de capital de riesgo, el 67% en crédito y el 13% restante como aportación del Fonadin.
Los 10 mil pesos restantes vendrían del gobierno federal a través de la aportación de los trenes de CAF.
El ramal al AIFA contempla 6 estaciones donde habrá 11 puentes vehiculares, de los cuales se han licitado 2, y 6 puentes peatonales.
Hasta el año pasado, la SICT había lanzado la licitación de dos puentes vehiculares en Tultepec y Tultitlán con un presupuesto de poco más de 100 millones de pesos.
El Ejército mexicano informó que los 8 kilómetros de vías que están dentro del polígono del AIFA ya han sido concluidas.