Yo quiero que para el 20 de noviembre se dé a conocer un decreto por el cual vamos a tomar la decisión de que todas las vías de los ferrocarriles de México, de carga, puedan utilizarse también para trenes de pasajeros, dijo el mandatario en su conferencia matutina.
Sostuvo que su gobierno dará preferencia a las empresas que ya tienen las concesiones de trenes para carga, concentradas en su mayoría en Ferromex-Ferrosur (Grupo México Transportes) y en CPKC de México, para que presenten un proyecto que contemple el transporte de pasajeros, tomando en cuenta la reparación, modernización y electrificación de las vías férreas.
Va a entregarse a ellos la posibilidad, primero, de que se comprometan a poner trenes de pasajeros. Si en un tiempo razonable ellos deciden que no van a participar en otorgar el servicio de trenes de pasajeros y van a seguir con el servicio de carga, nosotros vamos entonces a tomar la decisión de que el Estado mexicano inicie un programa para la adquisición de trenes de pasajeros y se utilicen las mismas vías para que vuelva el servicio de trenes a México, enfatizó el mandatario en su conferencia matutina.
Para Sergio González, presidente de Calidad Mexicana en Desarrollo Ferroviario, el anuncio de parte del gobierno ya se veía venir derivado de la necesidad de un transporte masivo de pasajeros en el país, por lo que el Estado tiene la facultad de exigir este servicio. No obstante, en la parte operativa será complicado de ejecutar.
Muy difícil, en verdad, para los prestadores de servicios de transporte ferroviario de carga incorporar esa parte de pasaje, pero no es algo que no se pueda hacer. Sí hay capacidad como para que puedan moverse carga y pasajeros. Ahora, tienen que invertir más en la parte de seguridad, en la parte de infraestructura para adaptar los trenes de pasajeros a las vías, a la actual infraestructura que se tiene. Se puede hacer, ¿va a ser difícil? Sí, aseguró.
Aunque por el momento la industria ferroviaria en el país no se ha pronunciado al respecto, el especialista espera que haya resistencia por parte de las empresas que tienen concesionadas las vías para mover carga. Seguramente no les va a gustar la idea, eso está muy claro, pero tampoco creo que se dé la parte de la administración de pasajeros al Estado. A lo mejor esa va a ser la última opción que tiene el gobierno, lo tendrían que buscar los mismos concesionarios del sistema ferroviario para que se dé en las mejores condiciones que ellos necesitan, ellos tienen el control operativo de sus vías, dijo.
Avances en un primer proyecto
La idea del presidente López Obrador no es nueva, ni tampoco sus acercamientos con la industria. El 30 de junio de este año, a través de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), el gobierno firmó con CPKC de México un convenio de concertación de acciones a efecto de elaborar un estudio de factibilidad para el diseño y planeación de un servicio de transporte ferroviario masivo de pasajeros entre Ciudad de México y Querétaro, un proyecto de la administración de Enrique Peña Nieto.
Para el estudio, según el documento, se identificará y evaluará el impacto a la operación ferroviaria, el impacto social, los beneficios económicos y los costos del proyecto, buscando que no afecte la la continuidad y eficiencia tanto de los servicios de transporte ferroviario de carga como los que se proyecten a futuro, y que no obstaculicen la conexión de las vías del concesionario CPKC de México con sus clientes, así como los cruces a nivel del tren de pasajeros. Adicionalmente, el estudio busca la forma de coexistir de ambos trenes, pasaje y carga, en este tramo CDMX-Querétaro.
Dicho estudio, que no elabora CPKC de México, sino que realizará un tercero y cuyos resultados están en proceso, tendrá que contemplar la evaluación de aspectos como la seguridad operativa de ambos tipos de trenes y la posible demanda de pasajeros; la capacidad de los trenes de pasajeros considerando frecuencias de servicio; determinar la infraestructura necesaria para garantizar la seguridad, el servicio ininterrumpido y la proyección de demanda tanto de pasajeros como de carga, así como la evaluación de la infraestructura actual disponible.
Asimismo, la empresa adjudicataria del proyecto tendrá que analizar el servicio, los costos y financiamiento incluyendo la compra o arrendamiento del equipo ferroviario; el impacto social y ambiental, las regulaciones y permisos y la estrategia de instrumentación, entre otros aspectos. Todo esto, sin que los resultados del estudio sean vinculantes para ninguna de las partes.
Reto operativo
Desde la perspectiva de Sergio González, operativamente las ferroviarias tendrían que trabajar bajo un sistema de ventanas de tiempo, en las que puedan convivir tanto trenes de carga como de pasajeros, con una programación disciplinada que permita un traslado seguro para ambos segmentos. Sin embargo, también espera que haya algún tipo de impugnación por parte de las concesionarias.