La candidata presidencial del partido oficialista Morena, Claudia Sheinbaum, declaró que, de ganar los comicios del 2 de junio, impulsaría la iniciativa para descongestionar la carretera Ciudad de México-Querétaro.
Sheinbaum hizo el comentario el miércoles durante un evento de campaña en San Juan del Río, en el estado de Querétaro. Agregó que, si bien la legislación electoral aún no permite que los candidatos presenten propuestas específicas, sería uno de los proyectos que recogería si se convierte en la primera presidenta de México.
Cuando lleguemos [a la presidencia], porque vamos a llegar, vamos a recuperar también los trenes de pasajeros y el México-Querétaro va a ser una realidad. Lo vamos a hacer desde el principio, desde que lleguemos, porque el tren de pasajeros genera desarrollo, aseguró, según el diario Publimetro.
No sería el único proyecto asociado a Querétaro que llevaría a cabo una administración de Sheinbaum, pues también mencionó el mejoramiento de la ruta entre Querétaro y la capital nacional (Carretera 57), sin entregar más detalles.
Mientras tanto, la candidata de la coalición opositora Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, quien actualmente ocupa el segundo lugar en la mayoría de las encuestas, también está interesada en la ferrovía, según el gobernador del estado de Querétaro, Mauricio Kuri González.
Las dos [Gálvez y Sheinbaum] tienen la intención de llevar a cabo este tren, lo cual daría mucha conectividad para Querétaro y nos desahogaría mucho una carretera que ya está totalmente rebasada, que es la carretera 57, indicó Kuri, citado por Infobae en octubre.
La línea ferroviaria, cuyo costo estimado bordea los 58.000 millones de pesos (US$3.400 millones), fue prometida por el expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) durante su campaña electoral y salió a licitación después de que asumió el cargo en 2012.
El único postor un consorcio liderado por China Railway se adjudicó el contrato, pero la decisión fue revocada posteriormente por Peña Nieto tras acusaciones de corrupción vinculadas a uno de los contratistas participantes.
Según información difundida por el gobierno en la oportunidad, la ferrovía habría tenido un trazado de 210km desde la estación Buenavista, en Ciudad de México, hasta el centro de la ciudad de Querétaro.
Los trenes iban a alcanzar una velocidad máxima de 300km/h y transportar 23.000 pasajeros por día, lo que favorecería importantes reducciones de tráfico en la carretera que une las dos ciudades y ahorraría al gobierno el costo de ensanchar la ruta a cuatro carriles para aliviar la congestión.
El presidente López Obrador ha manifestado desde 2020 la intención de revivir el proyecto, en particular cuando firmó un acuerdo con la mayor asociación empresarial de México, CCE, con el fin de impulsar 39 proyectos de infraestructura entre los cuales estaba incluido. La construcción iba a comenzar en junio de 2021, pero no fue posible por falta de financiamiento.
AMLO y sus funcionarios han mencionado la obra en numerosas ocasiones desde entonces, pero Kuri señala que aún no ha visto un plan sólido por parte del Gobierno Federal.
El último intento por resucitar la iniciativa se dio el 20 de noviembre, cuando el mandatario publicó un decreto que devolvía al Estado siete líneas ferroviarias adjudicadas a actores privados durante el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000), incluida Ciudad de México-Querétaro.
En julio, el operador ferroviario de carga Canadian Pacific Kansas City (CPKC) firmó un acuerdo con el Gobierno mexicano para completar estudios de factibilidad del enlace Ciudad de México-Querétaro.
En septiembre se informó que el costo de estos estudios sería asumido por CPKC, que realizaría una licitación privada por el contrato, ya que la empresa no tiene experiencia en trenes de pasajeros.