El Foro Urbano Mundial se celebra cada dos años y constituye la principal conferencia global sobre ciudades y una de las mayores reuniones abiertas del ámbito internacional. La rápida urbanización y su impacto en comunidades, economías, cambio climático y pobreza protagonizarán la agenda de junio. Con el objetivo de brindar una mayor comprensión y claridad sobre el futuro en función de las tendencias, los desafíos y las oportunidades existentes, y sugerir formas en que las urbes pueden estar mejor preparadas para abordar futuras pandemias y crisis. En palabras de Maimunah Mohd Sharif, directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, con esta edición del Foro se pretende movilizar a la acción para la sostenibilidad urbana en todos los niveles, y poder responder a los impactos de la rápida urbanización.
Estos Foros son una iniciativa de Naciones Unidas que surge en 2001. La primera edición se celebró en Nairobi, Kenia, en 2002. Y esta vez, le toca el turno a Katowice, Polonia. Su candidatura ha sido seleccionada por un comité de ONU-Habitat, Naciones Unidas para el Medio Ambiente, UNICEF y UNESCO. Esta ciudad ya acogió en diciembre de 2018 la COP24, y para Maimunah Mohd Sharif es un ejemplo de regeneración urbana que pudiera servir para liderar el camino hacia la creación de metrópolis sostenibles, prósperas e inclusivas, que generen oportunidades para todas las personas.
Estos, sin duda, son retos apremiantes. Según el Banco Mundial, alrededor del 55% de la población mundial, 4.200 millones de habitantes, vive en núcleos urbanos. Una tendencia que se prevé que continuará y que en 2050 puede llegar a duplicarse, alcanzando los siete de cada 10 habitantes. La expansión del consumo de suelo urbano supera el crecimiento de la población hasta en un 50%, y se espera que en tres décadas se sumen 1,2 millones de kilómetros cuadrados de nueva superficie urbanizada, provocando una presión sobre la tierra y los recursos naturales cada vez mayor. De hecho, las urbes son responsables de dos tercios del consumo mundial de energía y de más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero
Durante el período de confinamiento se publicaron también numerosas fotografías de ejemplares de diversas especies animales recorriendo las calles desiertas de las grandes urbes. Y pudimos, o supimos, escuchar mejor que nunca el canto matutino de unas aves que, al encontrar las ciudades vacías, recuperaron un ritmo mucho más natural. También cambiaron algunos hábitos humanos, y ante la escasez o la dificultad de salir a comprar alimentos, nuevas iniciativas de apoyo mutuo vieron luz verde en los barrios. Habitar entornos saludables se ha ido convirtiendo en una demanda social que, sin duda, requerirá de políticas eficaces, inclusivas y basadas en el bien común
¿Cómo imaginamos y concebimos el futuro? ¿Cómo queremos diseñar las urbes? La covid-19 ha mostrado la vulnerabilidad de los barrios ante las grandes crisis. Y este Foro constituye un nuevo espacio para repensar, intercambiar y proponer políticas reales que permitan implementar los cambios necesarios. El plazo de reservas para la Expo Urbana ya está abierto, y se pueden presentar propuestas hasta el 7 de marzo. En junio, sin duda, prestaremos toda nuestra atención a lo que suceda, se debata y se acuerde en el Foro Urbano Mundial. Porque las formas en que los seres humanos habitamos el planeta no son fruto del azar, sino de decisiones compartidas.