Baker McKenzie, una de las firmas legales más prominentes a nivel global, ha estado a la vanguardia en materia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) durante más de una década. Hablamos con Miriam Villafaña, directora de Responsabilidad Social de la firma, para conocer más sobre su estrategia y enfoque ESG (ambiental, social y de gobernanza).
Desde su fundación, Baker McKenzie ha priorizado la RSE, al abordar programas de sustentabilidad, servicio comunitario y pro bono. De acuerdo con la vocera de la compañía, la estrategia se basa en un estudio de materialidad global que informa sus prioridades. Ahora, con el enfoque ESG, la firma ha fortalecido su estrategia, integrando criterios ambientales, sociales y de gobernanza en todas sus operaciones y decisiones comerciales.
Uno de los programas emblemáticos de Baker McKenzie es el Pro Bono, formalizado hace unos 15 años en México. El programa brinda asesoría legal gratuita a asociaciones que trabajan en diversas causas sociales y éticas. Además, la firma colabora con clearing houses locales y globales para expandir su alcance y participación en proyectos de pro bono a nivel regional y mundial.
En términos de responsabilidad social, uno de los mayores desafíos de la firma es impactar positivamente en su cadena de valor. Para ello, han desarrollado el programa Proveedores Socialmente Responsables, que evalúa las prácticas de RSE de sus proveedores y brinda apoyo para promover la sostenibilidad en toda la cadena.
Los abogados juegan un papel fundamental en la implementación de la estrategia ESG de la firma. Su conocimiento legal es esencial para garantizar que las prácticas comerciales sean éticas y estén alineadas con los criterios ESG. Además, su asesoría legal contribuye a anticipar regulaciones futuras y promover prácticas sostenibles.
La clave del éxito de Baker McKenzie en términos de RSE radica en el liderazgo de la firma y su perseverancia en la implementación de una estrategia sólida y en evolución. Para asegurar la sostenibilidad a largo plazo, la firma promueve la transversalidad de los criterios ESG en todas sus áreas y servicios, integrándolos en el núcleo de su operación.
Finalmente, Miriam ofrece consejos a otras empresas legales que buscan mejorar su enfoque en responsabilidad social: desarrollar una cultura de responsabilidad social desde el liderazgo, tener una estrategia flexible y adaptable, y priorizar la RSE como parte integral del negocio.
Baker McKenzie demuestra cómo una firma legal puede liderar en responsabilidad social y ESG, integrando estos principios en su cultura, operaciones y servicios legales, y contribuyendo así al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad.