Ese 21 de marzo, el Presidente realizó su visita anual a Guelatao y Molina, junto con un concejal de su gobierno, sólo habían tenido oportunidad de saludar brevemente al mandatario: la presencia de John Kerry en el acto hizo que las medidas de seguridad fueran extremas, no dejaron pasar a nadie, recuerda.
Pero el munícipe tenía que hablar con el Presidente. Él siempre viaja por carretera en Oaxaca, lo esperamos en una comunidad que está antes de entrar a Oaxaca, atraviesa el pueblo y hay como cuatro topes seguidos, yo dije: aquí va a pasar y se tiene que parar, esperamos y en efecto, ahí pasó el Presidente, me identificó, se paró y le dije que teníamos la necesidad del hospital.
Un mes después, el 20 de abril pasado, López Obrador anunció que con la venta del avión presidencial serán construidos dos hospitales: uno en Tlapa, Guerrero, y el otro en Tuxtepec, Oaxaca.
Irineo Molina recuerda que todo cambió después de hablar con el mandatario, el hospital en la Cuenca del Papaloapan es una promesa de varias décadas: Pasan presidentes de la República y nada, gobernadores que se han atrevido hasta a poner la primera piedra. Ahora estamos en la antesala de que se construya; antes de septiembre de 2024 ya va a estar terminado.
Tuxtepec se adelantó para la construcción del anhelado hospital. A su llegada al gobierno, Irineo logró que el Cabildo autorizará la compra de un terreno de dos hectáreas y convenció al gobierno estatal, encabezado entonces por Alejandro Murat, de adquirir otras dos.
Molina dice que el actual hospital de Tuxtepec se construyó hace cuatro décadas y ha quedado rebasado.
El Presidente anunció que será de 80 camas, pero Zoé Robledo, director del IMSS, le dijo que podría ser de 90.